La vida y la muerte

soñador

Parece que ayer te fuiste
y hoy de nuevo abrazo tu recuerdo.
Tomaste el camino que quisiste
y sabes que jamás estuve de acuerdo.
Las oportunidades que conmigo tuviste
quizás aún las sigas teniendo.
El veneno que en mí reside
jamás he logrado expelerlo.

Ha pasado tanto tiempo y aún pierdo el equilibrio por ti,
han pasado tantos inviernos y yo nunca dejo de tener frío sin ti.
Verano reside remoto cuando pienso en ti,
retorno siempre a enero; el mes en que te conocí,
lo siento, me arrepiento de que fuese así,
si hubiese podido saberlo, jamás habría querido partir.

Y es cuestión de mi corazón,
este no te quiere olvidar.
Todo lo que hago
nunca suele funcionar.
No hay solución,
no entretanto continúe enamorado de tu mirar,
no hay solución,
no entretanto tú seas mi cielo y mi mejor lugar.

Quizá lo que vivo es una mentira;
mas fenece una esperanza en ti y nace otra más.
Sé que es una situación dañina;
mas no puedo evitar soñar:
juntos en un lluvioso día
y nuestros labios con sed de poderse juntar,
me prometes que me amarás toda la vida
y entonces regreso a la realidad.

Me pierdo entre la gravedad y, cariño, no te encuentro,
cual indigente de tu amor sediento.
El piso es caliente
¿En dónde dejamos nuestro cielo?

Enuncias que soy un soñador;
mas confío en que algún día podremos estar juntos.
Me siento cual aquel nocturno pensador
pasando por el mismo diluvio.

Sé que soy un soñador,
Luna me ha hecho imaginar demasiado,
cuando percibo dolor nunca estás a mi lado.
Sabemos que, si quieres amor, debes pasar por muchos llantos,
cariño, yo digo que no, no necesitaré de tu amor si conmigo basto

...es lo que pensaba mi antiguo yo; pues el de ahora es solo un desastre,

soñador de tu tacto.