Sueño

144 6 0
                                    

Al principio, Sam luchó contra la huella e intentó liberarse de sus cadenas porque sabía, en el fondo, que todo lo que realmente quería (más que nada) era Leah. Mientras más luchaba contra la impronta, más miserable se volvía porque no podía encontrar una salida, es decir, Sam no podía encontrar una salida sin lastimar a Emily.
Aunque no eligió a Emily, la amaba más que a su propia vida. La adoraba y no podía soportar ver sus lágrimas. Preferiría morir antes que lastimar a Emily otra vez, así que cedió y dejó de luchar contra la huella.
Sam sabía que Leah era fuerte, sobreviviría a su ruptura y, siendo tan hermosa, no tendría problemas para reemplazarlo. Claro, no quería pensar en otro chico tocando su 'Lee-Lee', pero ella merecía encontrar a otro hombre que la quisiera de una manera que él ya no podía, por lo que Sam la empujó.
Fue lo mejor.
Lo que Sam no esperaba: la impresión no se aplicaba necesariamente mientras soñaba. Es decir, la mayoría de los sueños de Sam eran sobre Leah. Algunos de sus sueños eran cosas que nunca sucedieron, solo visiones de un futuro que nunca sucedería. Otros eran recuerdos tontos de cosas que hacían juntos, bromas internas y conversaciones ridículas.
Pero a veces , a veces Sam soñaba con sus momentos más íntimos juntos.
Estos sueños, los sueños favoritos de Sam (y también el menos favorito, dependiendo de lo deshonesto que fuera con él), también fueron los más vívidos y celestiales de todos sus sueños. La ubicación variaba, a veces estaban en su habitación, otras veces en la de ella, un hotel de vez en cuando, y algunas veces incluso estaban en la playa bajo un cielo nocturno despejado torpemente el uno al otro en un saco de dormir doble.
En estos sueños, podía saborear literalmente sus dulces labios como la miel mientras se apretaban contra los suyos. Sintió su escalofrío mientras él acariciaba suavemente su cálida piel rojiza, trazando sus curvas con la punta de los dedos. Los ojos de Leah, oscuros y doe, brillarían como diamantes, y sus mejillas se sonrojarían de placer cuando sus cuerpos comenzaron a moverse juntos. Cada vez que podía jurar que nunca había sido más profundo y que lo volvería loco.
Cuando se gastaban, él siempre recostaba la cabeza sobre el pecho de Leah y escuchaba el latido de su colibrí mientras pasaba sus dedos por su cabello, sus cuerpos aún enredados mientras dormían ...
Lo que Sam no sabía: hablaba dormido, a menudo gritando el nombre de Leah en éxtasis. Otra cosa que Sam no sabía es que en realidad estaba lastimando a Emily, haciéndola llorar cada vez que lo hacía. Casi la mataba cuando lo escuchaba murmurar "Siempre te amaré, Lee-Lee".

UleyWater|LeahxSam| One-Shot ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora