Amaia Gómez tiene 16 años, sus padres murieron en un accidente automovilístico cuando ella tenía 13 años.
Desde entonces sufre maltrato por parte de su hermano Alonso Gómez porque él piensa que Amaia tiene la culpa de todo
¿Podrá Amaia volver a ser...
Me despierto por el sonido irritante de mi alarma, la cual apago de un fuerte golpe he ignoro, volviéndome a dormir, hasta que una figura aparece en mi habitación y sube la persiana, dejando pasar mucha luz de golpe, por lo que tengo que parpadear varias veces para poder acostumbrarme a esta.
Buenos días -Dice una voz muy dulce-
Y como siempre yo respondo borde -Hola- Digo, y después me voy al baño, me ducho y me visto, me pongo esto:
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Termino de preparar mi mochila y voy a la cocina, me bebo un zumo y espero a que Pablo termine de desayunar para que Matías nos lleve al instituto, quiero ir yo sola pero no me sé el camino.
Llegamos al instituto y me bajo del coche, despidiéndome de Pablo y Matías fríamente. Paso al instituto con todas las miradas sobre mí y busco secretaría , toco dos veces la puerta y paso trás escuchar un "adelante" de parte de la directora
Una vez me da el horario y me explica más o menos las reglas del centro me voy en busca de mi clase, a la cual llego media hora tarde
Llamo a la puerta y entro, haciendo que todas las personas me miren.
Llega media hora tarde -Me dice la profesora, con una cara de amargada-
Yo- Soy nueva, estaba hablando con la directora-
Eso no es excusa -Dice con su voz chillona la profesora-
Yo- Dónde me siento? -Digo ignorando su comentario y pasando mi mirada por la sala-
Primero te tienes que presentar -Dice la profesora-
Yo me giro hacia la clase rodando los ojos, y empiezo a hablar
Yo- Me llamo Amaia y tengo 16 años y soy nueva en esta ciudad, ya -Digo finalizando mi presentación
La profesora me mira y me señala la silla donde quiere que me siente
Seguro que la vieja amargada ya me tiene manía por llegar tarde a su puta clase de lengua -Pienso
Todos se ríen y yo me giro, viendo como la cara de la profesora se vuelve roja de la rabia, lo que me hace pensar que lo he dicho en voz alta.
Vete al pasillo -Me dice gritándome-
No me grites -Digo imitando su voz chillona, haciendo que todo el mundo se ría de nuevo.
Después salgo de clase y me siento en las escaleras que están cerca, y cojo mi móvil, que está prohibido, pero no creo que me pillen. Empiezo a escuchar algunos pasos y me guardo mi móvil, para después hacerme la distraída.
Mario- Qué haces aquí?
Me han echado de clase -Dije secamente-
Mario- Ya somos dos -Me respondió divertido- Qué clase te tocaba?
Yo- Lengua -Respondí mirándole-
Mario- Carmen está muy amargada -Yo le miré con curiosidad -Carmen es tu profesora de lengua
Yo sólo asentí y volví a sacar el móvil. Después de unos 5 minutos en silencio Mario habló
-Por qué eres así? -Me dijo de golpe, haciendo que yo levantara mi mirada del móvil-
Yo- Así cómo? -Dije, aunque sabía perfectamente a lo que se refería
Mario- Así de borde, seca y fría. Por qué parece que no te importa nada?
Yo- Siempre he sido así -Mentí- Y a lo de por qué no me importa nada es porque es así, me da igual todo desde hace un tiempo
Mario- Venga ya! Por algo serás así -Dijo acabando con mi paciencia
Yo- Pues sí, soy así por algo, y por algo que no te importa. Así que deja de meterte en mi vida y deja de hacer que te preocupas por mí -Dije enfadada-
Antes de que él pudiera responder sonó el timbre, eso significaba que había terminado la primera hora. Cogí mi mochila y me fui en busca de la próxima clase, a la que por suerte llegué a tiempo.
Me senté al fondo, alejada para poder dormir tranquila.
-Hola- Escuché decir a alguien, así que abrí los ojos -Ey -Le respondí a la chica que estaba a mi lado -Cómo te llamas? -Me dijo amablemente -Amaia, y tú -Dije suspirando con frustración -Lara, eres nueva? Yo asentí, no tenía la necesidad de ser amable La chica, después de un par de preguntas más con asentimientos de cabeza como respuesta, se dio por vencida y volvió su mirada a la pizarra
(...) Después de otra hora aburrida, que pasé durmiendo, sonó el timbre para el recreo, así que me fui a un lugar apartado, a los pies de un árbol, que estaba más lejos que los demás. Pero mi calma no duró mucho, ya que Pablo y sus amigos se sentaron conmigo, con la excusa de que no me querían dejar sola, y que me querían proteger. Yo solo pasaba de ellos, y obviamente respondía muy borde a sus preguntas.
14:25 La jornada escolar ya había terminado, así que fui a casa, comí y me subí a mi habitación, a dormir Pero mi siesta no duró mucho, me despertaron unos suaves toquecitos en mi puerta, la pequeña Tamara me preguntaba que si podíamos ir al parque con Mario y Álvaro. Una vez en el parque, los niños se fueron a jugar y en el banco nos quedamos Mario y yo, en un silencio incómodo hasta que él empezó a hablar
Mario- Ehm, oye perdón por lo de antes. No tenía que haberme metido en tu vida
-Así es, así que no lo vuelvas a hacer- Respondí mirando al frente, y pude escuchar el chasquido de su lengua, con irritación
-Yo antes era como tú, sabes? Y ya te digo que no mola, no sabes lo que sufren las personas a tu alrededor
- Y vas a sufrir tú, que no me conoces? -Dije mirándole
-Eso es lo que quiero, que dejes que te conozca
-Jamás, prometí que no me encariñaría con nadie, y tampoco voy a dejar que me conozcan-
-A quién se lo has prometido?
-A nadie, olvídalo -Dije para luego llamar a Tamara y volver a casa
Al entrar me encontré de narices con Pablo, que estaba llorando. Me dio curiosidad, pero no le pregunté.
Tamara se quedó con su hermano hablando, y yo me fui a mi habitación, a estar con mi móvil, donde vi un mensaje de un número que no tenía guardado ~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~. Holaa🤎
Bueno, ya era hora de publicar un capítulo, no? xd
Ahora, con lo de la cuarentena y eso voy a intentar estar un poquito más activa y publicaré más cositas
