Capítulo 8

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Me despierto poco a poco, cerrando los ojos con fuerza por el dolor de cabeza.

Estoy en una habitación que no conozco, esta no es mi casa

A lo lejos escucho voces, intento moverme y acercarme a la puerta, pero ahí es cuando me doy vuenta de que estoy atada de pies y manos a una silla.

Intento liberarme con toda mi fuerza, pero lo único que consigo es hacerme un gran daño.

Al no poder moverme intento escuchar todo lo que pueda:

-La tengo en esa habitación, la drogué así que está dormida. No creo que tarde en despertar- Dijo una voz
-Ten cuidado, puede estar escuchando, no queremos que sepa dónde estamos, verdad?- Dijo otra persona distinta-

De pronto se acercaron varias personas

Cuando se abrió la puerta pude ver a dos personas, conocía a las dos, y me dejó muy impactada una de ellas

Yo- Adam?

Adam sonrió maliciosamente. Estaba él junto a mi hermano en la puerta

Yo- Qué hago aquí? -Dije cada vez más asustada-

Alonso- Hermanita, quiero hacer un trato, y no te pasará nada si aceptas

Yo- Qué trato? Y qué hace Adam aquí?

Alonso- Adam es un amigo mío, le dije que fuera a por ti, también se lo dije a más amigos, pero cuando les contaste tu versión te creyeron a ti y dejaron atrás el plan

Yo- Mi "versión" es la verdadera historia, otra cosa es que no seas capaz de aceptar que papá y mamá estén muertos y sólo me eches a mi toda la culpa

Cuando dije eso Alonso me dio una bofetada, haciendo girar mi cabeza

Alonso- El plan es que te vayas del país y te mudes con la tía Kendall. Así nadie se acordará de ti y podré tener la vida que siempre quise.

Yo- No me voy a ir, tengo aquí a mis amigos

Alonso- Inventate algo, no les digas nada de esto

Yo- No me voy a ir Alonso

Alonso- Si no te vas tus amigos sufrirán un gran daño hermanita

Yo- Q-que les vas a hacer? -Dije con miedo-

Alonso- Matarles

Yo- No serás capaz -Dije intentando sonar lo más dura posible. Pero no me salió muy bien, ya que, las lágrimas se estaban acumulando en mis ojos anunciando que no tardarían en salir

Alonso- Estás segura hermanita? Te recuerdo que fui capaz de pegarte y dejarte insconciente a ti, que eres mi hermana, ¿Por qué me daría pena matar a unos desconocidos?

Mis lágrimas empezaban a salir, pues no quería que hiciera nada a mis amigos, pero tampoco me quería alejar de ellos, me han ayudado mucho.

Yo- No les hagas nada

Alonso- No les haré nada si te vas

Yo- Vale, me iré. Pero dejame salir de aquí

Alonso- Perfecto, mañana te llevaremos de nuevo a casa y llamarás a la tía para ver cuándo podrás ir para allá

Entonces salieron por la puerta de la habitación dando un portazo, lo que hizo que me asustara.

¿En serio me iba a tener que alejar de mis amigos por su culpa?

No quiero que les haga daño, pero tampoco quiero separarme de ellos.

No puedo decirles que me iré así como así, tengo que sacar mis dotes de actriz y hacer una discusión o algo así

Seguí pensando hasta que mi móvil empezó a sonar

Yo- Mierda, mierda, mierda -Dije susurrando-

Como pude cogí el móvil e intenté descolgar. Y digo "intenté" porque en ese momento entró Alonso y me arrebató el móvil de las manos.

Se acercó a mi y me dio puñetazos dejándome así la cara ensangrentada. ¿Y cómo lo sé? Pues porque era tanta que caían gotones a mi ropa y al suelo, dejando un gran charco de mi sangre

Aún no sé cómo seguía consciente, pues los golpes eran muy fuertes, mi hermano se cansó y se fue dejándome sola

18:30

La tripa comenzó a rugirme, llevo todo el día sin comer ni beber

De pronto veo como se abre la puerta y mi hermano entra por ella con una bandeja con agua y comida encima de ella

Alonso- Toma, no quiero que te mueras todavía.

Después de tendérmela, me quitó la cuerda de las manos y se fue, dejándome sola comiendo. Después de media hora ya terminé de comer y Alonso volvió a la habitación para llevarse la bandeja y volver a atar la cuerda alrededor de mis muñecas.

(...)

Ya anocheció, tenía sueño, ya que debido a la droga que me puso mi hermano en el agua tenía una gran resaca.

Me dormí en la silla, muy incómoda, pero no tenía otro lugar en el que hacerlo.

(...)

Ya era por la mañana, mi hermano entró a la habitación con un vaso de leche con "Nesquik, yo solía desayunar eso. Me terminé el vaso y mi terminó me desató y me dejó que fuera al baño.

Como me suponía estaba en el sótano de una casa. La casa era grande y también era muy bonita. Pero no tenía tiempo de fijarme en esas cosas, Alonso me tendió una toalla y yo me metí al baño para ducharme

Al salir de la ducha me miré al espejo, tenía muchas heridas en la cara y en los pies y muñecas. Me vestí rápidamente con la ropa que me dejó Adam de su hernana mayor. Terminé y me peiné un poco, sequé mi pelo con la toalla y salí del baño.

Mi hermano se levantó y me guió hasta la puerta, montándose en un taxi hasta mi casa. Al salir me dio mi móvil y entró a la casa conmigo, diciendo que llamara a Kendall

La llamé y después de tres pitidos descolgó

Yo- Tía??

Kendall- Oh Amaia! Que alegría volver a escuchar tu voz. Qué tal?

Yo- Bien, te llamaba para decirte algo

Kendall- Dime

Yo- Me puedo mudar conmigo?

Kendall- Claro, pasa algo con tu hermano?

Yo- Ehh no, no. Es sólo que me apetece cambiar de aires y eso

Kendall- Vale, pues si quieres te pido el billete de avión y luego te llamo para decirte cuando vienes. Te parece bien?

Yo- Sí, sí perfecto

Después de nuestra conversación colgué esperando a que me volviera a llamar

Alonso- Así me gusta

Yo- Por qué quieres que me vaya?

Alonso- Sin ti todo será mas fácil

Yo asentí y entonces mi móvil volvió a sonar

Yo- Si?

Kendall- Cariño, mañana mismo coges el vuelo

Me quedé en shok, ya me tenía que separar de mis amigos, cuabdo por fin alguien se preocupaba por mi me tenía que ir de su lado

Kendall- Cariño, sigues ahí?

Yo- Ehh sí, voy a preparar las maletas

Kendall- Genial, voy a mandarte el billete por WhatsApp, vas a una papelería y que te lo impriman

Yo- Vale, adiós

Colgué y me fui a mi habitación a hacer mis maletas, no me costó mucho tiempo llenarla, no tenía muchas cosas, ya que, mi hermano se quedaba las pagas que nos manadaba todos los meses y yo no tenía casi nada.

Cuando terminé de echarlo todo a la maleta llamé a Marc y le dije que vinieran él y María a mi casa para hablar.




Mi hermano me odiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora