12:35
En cuanto me desperté revisé mi móvil por si Mario me escribió, pero no fue así, estaba en linea pero no me escribía así que decidí hacerlos yo.
Yo- Hola. Podemos hablar?
Tenía miedo de que me dijera que no así que fui a ducharme, hice mi rutina de siempre y me vestí así:
Salí del baño y recogí mi habitación, salí al salón encontrándome con Marc y me hice el desayuno.
Yo- Hay planes para hoy?
Marc- Hemos pensado en ir a comer a algún restaurante cerca de la playa y después pasar una tarde en ella
Yo- Suena bien, a qué hora saldremos?
Marc- En una media hora más o menos
Me levanté y fui a mi habitación para desmaquillarme, sí, me maquillé para nada, como lo odio. Me puse un vikini debajo de mi vestido:
Cogí unas gafas de sol, mi móvil y me eché un poco de perfume para salir de mi habitación lista para ir con los chicos al restaurante.
Nos sentamos en una mesa cerca de la playa, donde no tardaron en tomarnos nota. Pedimos nuestra comida y estuvimos hablando un rato
Ian- Sí, está muy raro, no ha hablado con ninguno, no?
Pablo- Bueno a mí me habló hace unos días preguntando por Amaia
Yo- Quién te ha preguntado por mí?
Pablo- Eh? Nadie, no es nada
Yo- Pablo no me mientas
Él bajó la cabeza y contestó- Mario, me preguntó por tí. -Y ahí me acordé de mi mensaje, rápidamente desbloqueé mi móvil y me metí en WhatsApp, pero nada, me dejó en visto y no me contestó.
Me desilusioné mucho, estaba preocupada por él así que fui a su instagram, al mirar sus historias vi fotos suyas con una chica, y no era nada más y nada menos que Stefy.
*Por si no os acordáis: Stefy es su "jefa" (la que le da las drogas para que las venda xd)*
Iba pasando y todas sus fotos eran con ella, lo más triste era que borró las fotos que tenía conmigo, y eso ya me entristeció del todo, básicamente me borró de su vida.
Raúl- Estás bien?
Yo sonreí débilmente y asentí, él no muy convencido me agarró la mano y volvió a hablar con los demás.
(...)
Habríamos pasado una tarde increíble si no me hubiera metido en el instagram de Mario, aún así intenté fingir que no me pasaba nada, pero obviamente los chicos no me creyeron, me conocían demasiado.
Adivinad quién pasó el resto de la tarde llorando, sí, yo. No podía dejar de pensar en él, en que le echaba muchísimo de menos y en que necesitaba verle.
Decidí salir a tomar el aire así que me duché y me cambié, me puse esto:
Salí de casa con las llaves y mi móvil y fui a el parque donde solía ir con Teresa y Mario.
Mierda! Hace mucho que no llamo a Teresa ni a Leti, deben estar preocupadas.
Decidí ir a su casa, eso me ayudaría a despejarme.
Llamé al timbre y me abrió la pequeña, que al verme saltó sobre mis brazos como si no me hubiese visto en años.
Yo estaba muy contenta, en ese momento me encontraba hablando con Leticia mientras Teresa me suplicaba jugar con ella.
Leticia- Teresa cariño, por qué no vas con Amaia a por Diego y váis al parque?
Yo recé por que la niña no aceptara la propuesta de su madre, lo más seguro es que su hermano me abriese la puerta.
La pequeña asintió y prácticamente me arrastró hacia la puerta, me despedí de Leticia y fuimos a la casa de Mario, yo esperaba que él no estuviese, pero ese día la suerte no estaba de mi lado.
Mario abrió la puerta, él estaba muy cambiado, la barba crecía por su barbilla, tenía unas grandes ojeras y una cara muy cansada, su imagen de verdad que me entristeció, pero no mostré ninguna emoción.
Al ver que nadie hablaba Teresa le preguntó a Mario por su hermanito, él la dejó que fuera a buscarle, y ella rápidamente subió las escaleras hasta la segunda planta de la casa en busca de Diego.
En ese momento un silencio incómodo se formó entre nosotros dos.
Mario- ¿Qué tal?- Dijo rompiendo el silencio.
Yo- Bien, ¿Y tú? -Dije bastante borde
Mario se pasó las manos por su cara y pelo con frustración - Yo... Lo siento, no debí haber echo eso pero Stefy me habló tan bien de ello, se cobra muy bien y quiero el dinero.
Yo- Ahora sólo trabajas ahí por conseguir más y más dinero a cambio de poner tu vida en peligro, muy bien Mario sigue así.
Mario me miró con tristeza- Qué tengo que hacer para que me perdones?
Yo- No te voy a perdonar, pero me conformo con que te mueras. -No sé como fui capaz de decir eso, sus ojos se llenaron de lágrimas, quise arreglarlo y abrazarle, pero en ese instante los niños aparecieron y me cogieron cada uno de una mano, impidiéndome quedarme ahí parada más tiempo
Yo- Lo siento - Dije antes de que Mario cerrase la puerta con un gran ruido.
Y ahí me di cuenta de que por culpa de mi orgullo perdí a mi mejor amigo, y que nada volvería a ser como antes, y no me equivoqué.
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*LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA LAS CORREGIRÉ CUANDO TERMINE LA HISTORIA*
Espero que os guste❤
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Mi hermano me odia
RandomAmaia Gómez tiene 16 años, sus padres murieron en un accidente automovilístico cuando ella tenía 13 años. Desde entonces sufre maltrato por parte de su hermano Alonso Gómez porque él piensa que Amaia tiene la culpa de todo ¿Podrá Amaia volver a ser...