-Capítulo VI-

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~Cerca, pero aún lejos~

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En Yunmeng, todos los discípulos tenían que pasar por un riguroso horario, se despertaban a las nueve de la mañana, desayunaban y luego comenzaban con el entrenamiento con espadas, éste duraba tres horas y no paraban hasta el descanso para almorzar que era a mediodía. Más tarde practicaban arquería, equitación e Historia, éstas clases tomaban bastante tiempo y se dividían según la edad de los alumnos.

Los que ya habían desarrollado un Núcleo Dorado, tenían clases especiales sobre talismanes, conjuros, batalla y ritos. No eran muchos los que asistían pues la mayoría eran muy jóvenes y todavía no consiguieron alcanzar tal nivel de espiritualidad para desarrollar un núcleo.

Jiang Cheng se despertaba todos los días junto a los demás discípulos y entrenaba hasta casi desfallecer, además de las clases convencionales, también recibía clases sobre cómo ser un Rey. Él era el heredero legítimo al trono de su padre, así que era necesario prepararlo para dicho cargo que debería ejercer en el futuro, aunque no lo admitiría, le preocupaba no llegar a ser un Rey digno como lo era su padre.

Jiang Fengmian era amable, pero sabía cómo inducir respeto en sus súbditos, soldados y sirvientes. Nunca castigaba a nadie injustamente y las leyes que dictaba y predicaba siempre beneficiaban a los más necesitados.

Yunmeng era de las pocas regiones con poco índice de pobreza, pues los territorios eran ricos en muchos recursos orgánicos y no orgánicos que permitían a los mercados funcionar optimamente. No les faltaba el dinero y su relación con el resto de los Reinos era buena, Jiang Fengmian siempre prefería mantenerse lejos de los conflictos si era posible para no perjudicar los civiles.

Aunque había algo que molestaba de sobremanera al príncipe, y ese algo -o mejor dicho, alguien- tenía un nombre compuesto de dos palabras y nueve letras; Wei Wuxian, el huracán que azotó con toda su fuerza al Muelle del Loto desde su llegada. Pero no lo malentiendan, Jiang Cheng ama a su hermano -a pesar que éste es la reencarnación del caos hecho persona- y disfruta pasar tiempo con él, con Wei Ying todo era risas y el chico era demasiado amable como para no adorarlo a pesar de su personalidad.

Era un maldito descarado, como siempre decía su madre, pero había carisma y simpatía en su aptitud desvergonzada, mientras que otros eran meros perros sin gracia y soberbios, Wei Wuxian tenía elegancia para bromear y durante debates era imposible llevarle la contraria y ganarle, no solo gracias a sus amplios conocimientos, sino también gracias a sus palabras filosas y sarcasmo ingenioso. Le gustaba bromear con cualquier mujer que se cruzaba por su camino pero jamás se pasaba de la raya, estaba plenamente consciente de sus habilidades en el cultivo y la forma en la que las presumía era porque sabía del nivel de sus habilidades pero no se jactaba de conocimientos que verdaderamente desconocía.

A veces lo sacaba de quicio, pero nunca llegaría a odiarlo, no cuando siempre estaba ahí para apoyarlo, intentando quitarle aquellos pensamientos venenosos que abordaban su mente cada vez que creía que su padre prefería a su hermano adoptivo en lugar de a su propio hijo. Wei Ying todo el tiempo le hacía ver que sus habilidades también eran sorprendentes y que también era un prodigio, aún así, a veces la envidia era tanta que sentía absoluto enojo hacia el doncel que solo intentaba ayudarlo con sus complejos.

Al contrario de su Shidi y los demás discípulos, Wei Ying se dormía a la madrugada y se despertaba a las diez para luego seguir durmiendo hasta pasado el mediodía. Después se pasaba el resto del día cazando faisanes, nadando en el lago o haciendo otras cosas que no fuera practicar, no entrenaba en lo absoluto.

Flowers & Crowns [MDZS-Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora