Flowers & Crowns [MDZS-Wangxian]

-Capítulo V-

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~Familia~

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Cuando llegaron al Muelle del Loto, Jiang Fengmian se encargó de que los mejores curanderos de la corte vieran a Wei Ying, indicándole a su vez a las sirvientes femeninas que le llevaran comida al niño cuando despertara.

Antes de partir, Wei Ying despertó, exclamando que necesitaba un libro con demasiada urgencia y que no se iría de ahí sin el, así que no tuvieron de otra que desviarse para que el pequeño consiguiera lo que quería con tanto anhelo. Al final, parecía ser que aquel libro era uno de hechicería, con conjuros antiguos escritos con una bella caligrafía.

El libro se titulaba "Lǎo Nián", pero no había rastro de su autor, parecía tener muchos años. Aquel libro le había sido entregado a Wei Ying de manos de Cangse SanRen, así que el Rey Jiang no tuvo el corazón para quitarle el libro al menor para analizarlo, prometió resguardarlo en el Pabellón de los Tesoros hasta que Wei Ying cumpliera la edad suficiente para comprender su contenido, mientras tanto nadie podría tocarlo ni leerlo, ni siquiera él mismo.

Una vez que despertó, Wei Ying pudo por fin comer de lo que le traían por lo que su piel recuperó su tono natural y ya no parecía enfermo. La doctora de rango más alto entre los demás le sugirió utilizar un hechizo de lavado de memoria para ayudar al menor a olvidar aquella experiencia traumática.

Jiang Fengmian pensó que aquello sería beneficioso, Wei Ying no se merecía recordar eso toda su vida, sin saber si lograría superarlo o no, olvidarlo sería lo mejor.

Con solo unos toques en la frente del niño del lazo rojo, éste olvidó todo lo referente a lo que ocurrió con ese asqueroso hombre. El poder de la magia cuando era usada para salvar a las personas era benevolente con todo el mundo, si se usaba para el mal, sería perjudicial para todos incluido quien la usó.

El olvido a veces era la mejor medicina.

—No puedo creer que hayas traído a ese mocoso aquí— escupió con tono venenoso la matriarca de la Familia Real, Yu Ziyuan parecía sumamente ofendida por las acciones de su esposo. —¿Dejarás que un niño cualquiera duerma donde tu heredero? ¿Qué ronde a A-Li? —

—Mi Señora, A-Ying es solo un niño...— trató de hablar algo de sentido en la cabeza de su esposa, pero ella era a veces demasiado terca y cerrada.

—Solo un niño, dices. Pero en lo que a mi respecta, ese niño será la vergüenza del Reino, ¡Un doncel, por todos los cielos! ¡¿Planeas que tome las mismas clases que A-Cheng?! ¡Él debería tomar las clases para donceles, nada más!—