-Capítulo X-

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~No juzgar un libro por su portada~

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Durante el viaje decidieron parar a descansar en una tranquila y bella ciudad llamada CaiYi, quedaba a un día de distancia de su destino así que era un buen lugar para tomar un descanso y poder dejar de dormir en aquella barca.

Cuando desembarcaron, los tres estiraron las extremidades dormidas de sus cuerpos para que luego la Princesa y el Príncipe del Loto tomaran sus respectivas espadas mientras que Wei Wuxian tuvo que abstenerse de tomar la suya y solo cruzar sus brazos a la par que inflaba sus mejillas.

—A-Xian, solo será por unos días. Cambia esa cara— le dijo su hermana, YanLi sonreía dulcemente como un ángel caído del cielo y Wuxian simplemente no podía molestarse con ella por nada del mundo.

—¡Un año, Shijie! Quiero mis ropas habituales, a Suibian y estudiar magia de batalla— se quejó, parecía un niño pequeño haciendo un puchero.

Jiang Cheng se mantenía indicándole a los sirvientes que los acompañaban que llevaran sus cosas a una posada para descansar ahí, ajeno a toda la conversación de los otros dos. La única mujer de los tres puso una cara afligida que le rompió el corazón al pobre doncel.

—¿Por qué no te gustan tus ropas, A-Xian? ¿No elegí ropa buena para ti? ¿Tampoco te gusta el peinado que te hice?— al escuchar el tono de la mayor, Wei Ying se crispó y la tomó de los hombros con una mirada preocupada, debía negar rápido.

—¡No, no! ¡Shijie escogió ropas hermosas! Amo el peinado también, solo es que no estoy acostumbrado a túnicas que me corten tanto la movilidad— se apresuró a decir, sonriendo nervioso. —¡Osea, ¿cómo podría defenderme si alguien me ataca?! ¿Con ésto?— levantó el abanico blanco, obviamente no podría pelear con un "arma" así.

—Deja de lloriquear, Wei Wuxian. Nadie va a atacarte, y si lo hacen, A-Jie y yo te cuidaremos— Jiang Cheng se metió para evitar que el otro siguiera chillando.

—¡Pero-!—

—Ya, A-Xian. Todo estará bien—

Volvió a inflar sus mejillas pero no dijo nada y solo siguió a los otros dos que ya se dirigían a la posada de la Ciudad CaiYi. Habían muchos canales que conectaban con el gran lago de aguas tranquilas, así que muchos vendedores se encontraban en barcas pequeñas o alrededor de dichos canales vendiendo sus productos. Todos eran bastante amigables y sonreían mientras recomendaban su mercancía en voz alta.

Mientras pasaban por éstos, una de las tiendas llamó la atención de Wei Wuxian que paró unos segundos para ver de qué se trataba dicho lugar; Era una licorería y, por lo que se leía en los carteles de afuera, vendían el "mejor licor del Reino de Gusu, la Sonrisa del Emperador" y, como era bien sabido por su familia, el de apellido Wei era un ávido bebedor, no existía licor que él no hubiese probado y con el que no pudiera tratar.

Era sumamente difícil para él emborracharse, así que podía soportar cualquier alcohol fuerte.

Con una sonrisa divertida, cerró el abanico con el que llevaba abanicándose hace unos minutos y entró a la tienda con decisión.

Necesitaba probar ese vino.

Necesitaba probar ese vino

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Flowers & Crowns [MDZS-Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora