Donde Chan vuelve a casa después de la universidad para ver a su hermanastro, pero JeongIn cambió y ya no es el pequeño que conocía, ahora, es porrista y está saliendo con alguien. Chan no sabe por qué todo esto lo inquieta, pero lo hace. Y apesta.
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—Entonces, ¿cómo te fue con ShuHua anoche?
YuQi puso los ojos en blanco ante la pregunta mientras bebía soju—Ella está siendo muy terca últimamente. Traté de explicarle que el objetivo de 'Spin the Bottle' es besar a la persona que la botella señala después de girarla, pero está convencida de que la engañé con MinHo de todas las personas. Puedes... ¿Me imaginas engañando a ShuHua con MinHo? Es el único chico que conozco que es tan gay como tú.
JeongIn ignoró la última parte de su declaración mientras se recostaba en el asiento del restaurante, mientras le daba un sorbo a su coca-cola.
—Solo trata de que vaya a la fiesta esta noche. Estoy seguro de que se olvidará de todo.
—Ella irá —YuQi suspiró y miró por el restaurante, sus ojos encontraron al hermanastro de JeongIn y algunos de sus viejos amigos—. Solo espero que no decidan espontáneamente jugar a Spin the Bottle porque no quiero que desencadenen ningún recuerdo para ella.
JeongIn sonrió. —Espero que tengan mejores actividades en una fiesta universitaria para ser honesto.
—Hablando de la universidad. —YuQi sonrió y se inclinó sobre la mesa, sus ojos marrones lo atravesaron—. ¿Cómo te ha ido con tu hermano mayor? Apuesto a que desearías poder estar con él... se ve delicioso.
JeongIn puso los ojos en blanco y trató de no sonrojarse ante el comentario. No sabía por qué se sonrojaba, para empezar, no era como si fueran algo o si lo serían alguna vez, pero simplemente, despertarse en la cama con el brazo de Chan rodeándolo esa mañana, provocó que la mente de JeongIn amenazara con pensamientos extraños, provocando que tuviera que ir a darse una ducha fría.
—No te mentiré —dijo—, se pone difícil.
La chica sonrió y volvió a beber; con sus cejas bajando y subiendo. —Apuesto a que sí, Yang. Apuesto a que sí.
—No de esa manera —se rió JeongIn y le lanzó un sobre de azúcar—. En serio. Bueno... si le cuentas esto a alguien... te lo juro por tu abuela...
YuQi se recostó en su asiento y sus ojos brillaron de emoción ante la idea de tener algo nuevo para contarle a SoYeon.
—No diré nada —mintió ella—, ¿qué?
JeongIn se lamió los labios y miró a Chan, que estaba riendo con sus amigos.
—Bebé —dijo Jinsoul—, concéntrate, por favor.
JeongIn la miró. —Desde que regresó ha estado un poco... dándome unas miradas... —JeongIn hizo un gesto con las manos que Jinsoul no entendió del todo, fueron unos firuletes en el aire, pero JeongIn finalmente siguió hablando—. Como que a veces lo atrapo mirándome. Esta mañana, por ejemplo, se quedó mirando mis muslos por un buen tiempo porque llevaba esos jeans ajustados que Sunhee me compró para Navidad, aquellos a los que mi padre odia porque...
