CAPÍTULO 6... Cerrando Ciclos...

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—No llegó a nuestro camarote anoche —me dice, dejándome saber más de lo que pensaba, porque desvía su mirada a otro lado—. Creí... que tal vez... estaba contigo.

Cuando Mina finaliza su frase, me mira de reojo y siento la culpa subir por mi pecho. Ella dijo que era su novia, aunque Darien mencionó que solo era su amiga, pero que tenía un asunto que resolver. ¿Sería en verdad su novia y querría terminar con ella? Pero, ¿por qué salió tras Mich, entonces?

—Lo siento, no sé dónde está.
—Pero, ¿lo viste? Dime, por favor, necesito saber qué le paso.
—Anoche... estábamos en la zona de la piscina... conversando —le cuento sin detallar nada, porque no quiero que se sienta mal por mi culpa—. Pero, el salió tras una chica y me dejo ahí. No volví a verlo.
—¿Una chica? ¿Te dejó para seguirla? —pregunta de forma atropellada, evidenciando su nerviosismo—. ¿Cómo... cómo era ella?
—Era Mich, la chica famosa por tocar el violín.

Veo el momento exacto en el que ella se pone más pálida que el papel, llevando sus manos a su boca para demostrar su sorpresa.

—No puede ser. ¿Michiru? ¿Michiru Kaioh? ¿Estás segura? —me pregunta con urgencia, y muevo mi cabeza en afirmación, quedándome muda ante su reacción—. Pero... ella murió, es imposible. No puedo creer que lo que decía el telegrama fuera cierto —dice, dando vueltas de un lado a otro.
—¿Qué dices? ¿Muerta? Pero... estoy segura de que era ella, de hecho me dijo su nombre y...
—¿Hablaste con ella? Pero, ¿cómo?
—Cuando bajamos en Rotterdam.
—Y anoche, ¿qué hacía? ¿Estaba sola?
—No —respondo, recordando la escena que me dolió en lo profundo de mi alma—. Estaba acompañada por un chico que parecía ser su novio.
—¡Oh, por Dios! Darien debe estar devastado... no, mejor dicho, debe estar furioso —dice, dando más vueltas de aquí para allá—. Debo encontrarlo. Que no haya llegado al camarote en toda la noche quiere decir que algo malo pasó.
—¿Algo malo? Perdón... pero no entiendo nada. ¿Podrías...
—Sígueme. Aún nadie ha bajado del barco, debe estar aquí todavía.

Mina intenta caminar rápido, pero sus tacones no la dejan, así que se los saca y sigue caminando descalza. Me sorprende lo preocupada que está por Darien y eso me demuestra que en verdad lo ama, y que yo solo soy una intrusa en sus vidas.

—Michiru iba a casarse con Darien —empieza a contarme mientras caminamos—. Pero, ella murió hace un año en un grave accidente. Darien quedó devastado, nadie podía sacarlo de su tristeza, hasta que llegó un extraño telegrama que le advertía que Michiru había fingido su muerte para casarse con otro.
—¡¿Que?! —la interrumpo, sin poder evitarlo, ya que la información es demasiado impactante.
—Sí, así tal cual. Él hizo este viaje para averiguar si era verdad o si solo era alguien que quería reírse en su cara. Yo... me aproveché de la situación y me ofrecí a acompañarlo. Quería... quería tanto que me viera con otros ojos, pero... parece que eso siempre será imposible —revela, dejándome muda por un segundo.
—Lo lamento.
—No, no tienes la culpa. Puedo ver que eres más inocente que cualquiera.
—¿Inocente?
—Sí, Serena, se nota que no eres una chica aprovechadora, pero, que lo admita no quiere decir que me rendiré. Si Michiru está viva, Darien jamás la perdonará.
—Pero, ¿cómo pudo desaparecer toda la noche? ¿Dónde está?
—Tiene amigos en el barco. De seguro está bebiendo y eso será difícil de ver para ti, Sere.

Su declaración me hace tragar saliva de nervios. Anoche noté la decepción en la mirada de Darien, como si algo se hubiera roto dentro de él. Jamás imaginé el trasfondo, pero ahora entiendo todo. Ha sufrido tanto o incluso más que yo. La mentira que estos desalmados inventaron fue demasiado cruel y no puedo creer en los juegos del destino. ¿Cómo es posible que justo nosotros nos conociéramos en este crucero? Entendería que Darien se dejara llevar por el alcohol, después de todo los hombres creen que no pueden llorar, así que imagino que se ha tragado toda su pena y ahora que ha visto con sus propios ojos la verdad, debe sentirse estafado.

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