¿Qué estoy haciendo? No entiendo muy bien qué me esta pasando. Acabo de pasar de ser tan torpe y manchar la camisa del chico más guapo de este crucero, a estar en la puerta de su habitación, con su brazo rodeando mi cintura, mientras acaricia mi mejilla con su mano libre.
—Mi nombre es Darien. Dime, ¿quién eres tú? —me pregunta mirándome a los ojos, dejándome en un solo instante sin aliento.
—Serena... —respondo aún dudosa, pero con una sensación extraña, como la típica de "Mariposas en el estómago", que ha muchos he oído hablar.
—¡Qué bello nombre! —me susurra muy cerca de mis labios y empiezo a sentir mis piernas flaquear.En un impulso inesperado de su parte estoy dentro de su habitación, me sonrojo hasta más no poder, es la primera vez que estoy a solas en una habitación lujosa con un desconocido.
Él abre unos de los cajones del armario y saca una bolsa que tenía allí guardada.—Es para ti —me dice con plena seguridad, sin saber realmente qué puede ser lo que me entrega.
—Pero yo...
—Tómalo.... —abro la bolsa y mi impresión es tan grande y grata al ver el precioso trikini azul rey que me fascinó desde que lo vi. Tomo entre mis manos la prenda y la toco con suavidad y determinación.
—Esto es.... —Darien me mira sonriente pero yo soy consciente de que esto no es correcto. Yo no lo conozco, él no me conoce. Viene acompañado de una chica que, aunque diga que solo es su amiga, ella afirmó ser su novia. Y yo acabo de perder a mi novio—. Lo siento, no puedo aceptarlo.
—¿Por qué? —pregunta confundido por mi repentina actitud.
—No es lo correcto.Salgo de la habitación despavorida, como alma que se la lleva el viento, bajando hasta mi piso, para encerrarme en mi habitación, casi como huyendo de mis propios deseos. Me hecho en la cama y empiezo a sollozar, sintiéndome traicionera, mala persona. Seiya está muerto y yo estoy coqueteando con otro.
Abro mi maleta y reviso qué cosas más mi madre puso para mi. Encuentro un porta retrato, donde posamos Seiya y yo para la feria del pueblo. Aún recuerdo esos momentos de felicidad, aquellos que quizá con un poco de suerte debimos rememorar juntos en esta habitación.
Paso más de 24 horas en mi habitación, pero esta vez decido salir casi a las 10 pm hacia el comedor, tengo hambre y no puedo pasarme todos los días encerrada, solo para no ver a Darien. Sin embargo, a pocos metros puedo divisarlo, llevando a la rubia de "amiga", jalandola de un brazo, mientras ella se cuelga de una manera muy llamativa, intentando acercarse más y más a su rostro. Una extraña sensación me persigue y tengo un momento de imaginación, en el cual yo soy la dama que acompaña a ese elegante joven.
Sacudo mi cabeza e intento recuperar la cordura, cuando luego de unos instantes levanto la cabeza y ellos ya no están. Decepcionada camino hacia una de las mesas y espero que me sirvan lo que el crucero cubre, ni un solo aperitivo más. Clavo el tenedor con cierta fuerza y por primera vez me doy cuenta que, aunque este viaje sea el sueño que tanto he anhelado, la soledad abunda y envuelve.
—Hay otras formas de liberar la furia, ¿sabías? —escucho de pronto, dejándome muda y avergonzada ante mi actitud tan infantil con la comida.
—Este... Yo... Perdón —él se sienta frente mío sin preguntar y me sonríe ampliamente sin darme tiempo a reaccionar—. Espera, ¿qué haces?
—Acompañándote en esta velada.
—Deberías estar con tu novia —respondo, llevándome un pedazo de carne a la boca.
—Que no es mi novia.
—Pues, no te creo.
—¿Por qué?
—¿Qué amigos duermen en el mismo cuarto? —le interrogo como si fuera un reclamo pero no me detengo—. ¿Cómo explicarías ver el vestido en el suelo de la habitación que comparten?
—Wow, eso no me lo esperaba —me dice haciéndome dar cuenta que no debo decir nada más—. Mina es mi mejor amiga desde la juventud, ella dejó caer su vestido para ir a la piscina. Llevaba la ropa de baño puesta.
—No tienes porqué darme explicaciones —sentencio dispuesta a levantarme de la mesa, pero él me detiene por la muñeca.
—Es cierto que compartimos habitación, pero dormimos en diferentes camas —me jala, obligándome a sentarme nuevamente—. ¿Por qué siempre que me ves, huyes de mi?
—Eso no es cierto —afirmo sin verlo a los ojos.
—Demuéstramelo —me dice desafiante y sus ojos se posicionan en mi casi desnudandome el alma, dejándome a su merced.
—¿Cómo?
—Acompáñame esta noche.
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Un Crucero Para El Amor
FanficHistoria corta. A veces la vida te lleva por caminos inimaginables y es posible que encuentres el amor donde menos lo esperas. Ella, una chica soñadora, enamorada, sufre la pérdida del gran amor de su vida de un momento a otro. Envuelta en un escánd...