5. De idiotas y cumplidos.

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Realmente Taeyong no entendía como había terminado en esa situación. Cuando se embarcó en aquel viaje desde Singwan-ri  hasta Seúl esperaba ubicar a Jaehyun rápido, en eso no se equivocó, pero de ahí en adelante nada había ido de acuerdo al plan. 

Primero el cobarde Jaehyun había huido, y él de alguna forma había logrado herir a alguien intentando alcanzar al castaño. Ahora sujetaba una bolsa de hielo, que había sacado de la cocina de la cafetería no sabiendo muy bien si eso contaba como robo, contra la cabeza del chico que había golpeado el cual lo miraba como con una adoración impropia de dos personas que acababan de conocerse. 

- En serio lo lamento – intento disculparse nuevamente Taeyong – 

- Sabes, tus ojos me han dicho todo menos tu nombre – respondió el alto coqueto pese a la mueca de dolor que siguió sus palabras – 

- Por favor, basta – respondió el de cabellos blancos con la cara roja – 

- ¿Me dirás tu nombre entonces? –

- Lee Taeyong – 

- Qué curioso, te llamas igual que mi próximo novio – 

- ¡Dijiste que te detendrías! – se quejó el de cabellos blancos, empujando un poco más fuerte la bolsa de hielo contra el cráneo del otro – 

- No dije eso, pero lo hare… por ahora. Mi nombre es Seo Youngho, por cierto – dijo el alto con una sonrisa – pero todos me dicen Johnny – 

- Johnny, ¿Sabes a donde fue Jaehyun? – 

- ¿Huh? – el alto le dirigió una mirada de confusión nada creíble, Taeyong tomo un suspiro intentando calmar el inminente dolor de cabeza, de pronto una idea vino a su mente – 

- Es realmente importante que lo encuentre, Johnny – dijo dirigiendo una mirada de súplica al alto -  

Fue cómica la forma en que los ojos del otro se abrieron en claro debate interno, por un lado el querer ayudar a Jaehyun como este le había pedido, por otro lado querer complacer al angelical chico de cabellos blancos. 

- ¿Por qué está cerrado? – entró Yuta antes de que Johnny pudiera – Oh…-

¿ - Yuta? – dijo Taeyong desconcertado mientras el rubio de cabellos largos se congelaba en la puerta un momento antes de soltar un suspiro y avanzar dentro resignado con lo que iba a suceder - ¿Qué haces aquí? – 

- Es mi cafetería – respondió el rubio mientras acomodaba las cosas que había  ido a comprar – 

- ¿Tu cafetería? – pregunto confundido – Un momento, acaso tú… - 

- No, antes de que hagas cualquier conjetura no – dijo el rubio – Cuando deje Singwan-ri termine en este lugar, es solo casualidad que Jaehyun viniera a dar justo aquí, de lo único que soy culpable es de darle empleo – 

- ¿Dónde está Jaehyun? – repitió la pregunta que ya había  hecho en varias ocasiones – 

- Es una buena pregunta, debería estar aquí trabajando – dijo Yuta con dramatismo – tal vez deba despedirlo – 

Taeyong se dejó caer en el banco al lado de Johnny con un suspiro, se sentía agotado y no era más de mediodía. 

- Quisiera quedarme, pero debo ir a clase – dijo de pronto Johnny, se puso de pie pero se tambaleo, alarmado Taeyong lo sujeto de un brazo –

- Acompaña a John a su clase, - dijo Yuta – vuelve a aquí después, Jaehyun debe aparecerse eventualmente – el de cabellos blancos lo considero un momento y luego asintió – 

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