La Cena

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Marcela llega al restaurante, era un lugar pequeño, bonito y privado... Betty ya la estaba esperando

-Buenas noches, Beatriz, me disculpa la demora, me costó un poco encontrar al lugar

-Ni más faltaba, doña Marcela, no se preocupe, por favor siéntese

-Muchas gracias -Cómo le va, doña Marcela? -Muy bien, y a usted?

-Muy bien, gracias

Ambas se quedan mirando unos segundos y aparece el mesero con la carta

-Yo sólo quiero una copa de vino, la verdad no tengo mucha hambre... usted que va a pedir, Beatriz

-Lo mismo, por favor

El mesero se retira y ambas quedan en silencio, Marcela se sentía un poco incómoda, la última vez en la que conversaron a solas ella había renunciado a todo lo que quería por salvar la empresa

-Bueno, entonces... hábleme de la propuesta, no quiero estar acá mucho tiempo, necesito que este asunto se resuelva esta semana porque yo tengo mucho trabajo que hacer en Miami y no me puedo permitir quedarme más tiempo acá

-Sí, bueno... mi propuesta es cancelar la una primera cuota mañana mismo y ofrecerles 5 pagarés de 3 meses cada uno por el resto

-6 partes? mire, Beatriz... si le soy sincera mi único deseo es vender, yo... no necesito el dinero inmediatamente... pero la verdad no tengo idea acerca de los negocios de mi hermano y no sé que tan urgido está él por la plata, recuerde que el mas interesado es desvincularse de EcoModa siempre ha sido él y de verdad no creo que el acepte

-Yo comprendo eso, doña Marcela, en todo caso yo tenía una propuesta para él de dejar los pagos en 3 partes y si usted nos colaboraba con eso... podríamos hacer lo de los 6 pagos solamente con usted, sabemos que usted le está yendo muy bien con sus tiendas y que se puede permitir esperarnos un poco más... como comprenderá, a pesar de que la empresa se encuentra muy bien, ustedes están vendiendo prácticamente la mitad y eso es mucho dinero

-Sí, yo entiendo eso, Beatriz... y de verdad no le voy a poner ningún problema, yo sólo necesito concretar el negocio, por mí... los espero mas de un año si es posible pero yo no puedo hablar por mi hermano, usted lo conoce muy bien

-Por supuesto, pero estábamos esperando que usted mediara con él para que nos acepte la propuesta, él a usted la escucha y yo creo que si usted se lo pide, él podría aceptar

El mesero sirve dos copas de vino y Marcela toma un sorbo, ella sabía perfectamente que Daniel quería su dinero completo, pero en todo caso, siendo economista podría comprender que era imposible que eso sucediera, o por lo menos no era viable para EcoModa endeudarse con una suma tan grande

-Mire, yo... puedo hablar con mi hermano, pero no le prometo nada... la verdad hacía mucho tiempo que yo tenía intenciones de vender, pero como comprenderá yo estaba dilatando el asunto por cuestiones personales

-hmmm... si, entiendo lo que me quiere decir

-Bueno, si estamos de acuerdo entonces... yo haré lo posible porque mi hermano acepte

Marcela se toma la copa de un solo trago y se levanta

-Doña Marcela -la detiene, Betty -Yo... quería conversar con usted otra cosa

Marcela suspira y vuelve a sentarse, Betty pide dos copas más

-Explique a ver, Beatriz -Es algo personal

Marcela abre los ojos como platos, que cosa personal podrían ellas discutir que no se tratara de Armando Mendoza

-Es... acerca de Armando -Obvio, Marcela pone los ojos en blanco, debió haber dicho que no, esta propuesta pudo habersela dicho por teléfono o por correo electrónico, era evidente que la propuesta era la excusa

-Mire, Beatriz... yo no tengo nada que discutir acerca de Armando Mendoza, él ya no es mi problema, es suyo... yo ya no estoy vinculada con este triángulo amoroso que alguna vez existió entre los tres, ya pasaron 3 años

-Doña Marcela, yo sé que puede parecerle incómodo, pero usted lleva mucho más tiempo conociéndolo que yo... y... bueno... no es que yo desconfíe de el, al contrario... su conducta ha sido intachable conmigo

Marcela se cruza de brazos y la mira con satisfacción, lo justifica pero aún así quiere hablar de él

-Está segura? porque si usted confiara en él lo suficiente yo creo que no estariamos teniendo esta conversación, no le parece?

Betty la mira con cara de angustia, Marcela sabe que le cuesta admitir que Armando pudiera estar en las mismas andanzas de antes

-Bueno, yo... yo no lo he visto haciendo nada extraño, pero para serle sincera hay cosas que... que me preocupan

-Cómo cuales? -Pues, él siempre se justifica por muchas cosas, yo jamás lo he visto siendo cariñoso con ninguna mujer

-Entonces, cual es el problema? -A veces sale y... pues yo trato de no contactarlo, y me preocupa cada vez que lo hace con Mario Calderon... y...

-Mire, Beatriz -la interrumpe Marcela -Quiero decirle algo de mujer a mujer, vamos a olvidarnos por un momento que usted fue su amante, que él me engañó con usted, yo no tenía ninguna excusa para exigirle que dejara su amistad con Mario... pero usted, usted tiene la mejor de todas... Mario Calderón es una basura y siempre lo será... yo sé que Armando es un adulto que toma sus propias decisiones, que nadie le apunta con un pistola para hacer las cosas que hace, pero la influencia que Mario siempre ha tenido en él es muy grande, y si... a usted le preocupa que Mario pueda llevarlo por el mal camino pues... debería hacerle caso a su instinto... aún no consigo entender como es que precisamente usted... le permitió volver a trabajar en EcoModa

-Yo entiendo eso, pero yo decidí dejar mis problemas personales a un lado porque el Dr. Calderon es muy bueno en su trabajo y...

-Son excusas, usted puede muy facilmente conseguir a alguien mejor que él, hay miles que pueden hacer lo que él hace, y quiero que sepa que esto es solo un consejo, al final... la decisión es suya ya que usted es la presidenta de la empresa... y puede que en este momento no tenga justificación alguna para echarlo a patadas de la empresa... pero le voy a decir algo, yo conozco muy bien a Mario Calderon y me atrevería a decir que conozco a Armando mucho mejor que usted... si usted sospecha algo... el tiempo le dará la razón porque la gente no cambia, Armando puede estar muy enamorado de usted... pero si el fue capaz de hacer lo que hizo a su propia familia... es capaz de hacerlo con cualquiera...

-A qué se refiere, doña Marcela? -Usted es inteligente, Beatriz y sabe perfectamente de lo que hablo... pero si quiere que sea más clara... Armando no es una persona en la que uno debería confiar ciegamente... mire... usted podría justificar sus acciones culpando a Mario Calderon, no cometa ese error... a mi me costó muy caro... Mario podrá ser una gran influencia pero al final la decisión siempre será de Armando.

Marcela se levanta de la mesa, deja un billete para cubrir la cuenta... recoge sus cosas

-Que tenga buena noche, Beatriz

Marcela sale del lugar, no podía sentirse culpable por haberle metido cosas en la cabeza a Beatriz, ella tenía pruebas, Armando había tratado de seducirla ese mismo día... por mucho que detestara a Beatriz... el culpable de todo siempre fue Armando Mendoza... Beatriz era otra víctima mas de sus fechorías y ella como mujer... tenía que ser solidaria con su gremio.

DespuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora