Capítulo 6. Un enfermo y una fugitiva

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Cáncer:

La expresión de preocupación de Tauro hizo que frunciera el ceño y volteara a ver a la chica de ojos azules que tenía a mi lado. Su expresión era indescifrable, sus cejas estaban ligeramente elevadas hacia arriba, como quién está teniendo una tremenda sorpresa.

-Piscis está aquí conmigo -moví mi laptop hacia la derecha y Piscis apareció en pantalla.

-¡¿Qué hace Piscis en tu casa?! -rapidamente Tauro se cubrió la boca con ambas manos, como quien acaba de decir algo que no debía decirse ébano ninguna circunstancia.

-Ella vino a hacerme compañía porque... -se me salió un pequeño estornudo-, ya sabes no me siento bien.

Luego se estornudar me percaté de...diablos, ¡iba a besar a Piscis hace unos segundos con estos mocos que me ando tirando! Soy un asqueroso, Dios.

Piscis tomó el rollo de papel y cortó un pedazo y me lo ofreció. Me sonrojé de la vergüenza.

-Hagas lo que hagas, no la dejes salir, Aries está buscándola. No es bueno que la encuentre.

Mi corazón empezó a latir un poco más rápido, empezando a preocuparme. Me despedí de Tauro a secas y cerré la computadora.

-¿Qué está pasando? -encaré a Piscis una vez hice contacto visual con ella.

-¿Que qué está pasando? Bueno, no es algo fácil de explicar...

-No puedes venir a mi casa con la excusa de querer saber cómo estoy cuando, en realidad, solo intentas esconderte -me crucé de brazos sobre mi cama, endureciendo mi expresión.

Sí, estaba preocupado. Pero por alguna razón, lo que estaba haciendo Piscis no me sentaba bien, las mentiras son algo que no logro asimilar.

-Cáncer, sé que hice algo de lo cual no quiero habla, y vine acá para tener un lugar en el cual estar sin sentirme mal, por razones que aún no puedo revelar.

Joder, ¿qué acaba de decir?

-...pero de verdad -continuó-. Una de las razones por las que vine, fue para verte, eso no es mentira.

Aparté la mirada para no sonrojarme como un tonto en ese momento.

-Vale, pero necesito saber qué ocurre -insistí nuevamente.

-Lo que pasa es que... -Piscis suspiró, viendo hacia otro punto en la habitación-. Tú sabes, que Aries y yo éramos novios.

Asentí con la cabeza.

-Bueno, él...me lastimó, y luego yo...hice algo que no debía hacer ¿vale? Ahora está buscándome porque quiere que yo pague por lo que hice.

Mi corazón volvió a latir rápidamente y parpadeé un par de veces.

-¿Qué te hizo, nena? -Piscis no me había visto en todo ese rato y cuando pronuncié esas palabras y su mirada chocó con la mía, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Sentí mi garganta arder al momento de verla llorar, mi respiración se agitó. Y lo único que fui capaz de hacer fue abrazarla. Me acerqué y la envolví con mis brazos, colocando su cabeza en mi pecho, acariciando su cabello para que así cesaran sus sollozos poco a poco.

Sin embargo, ella seguía llorando.

Y mientras ella lloraba, a mí se me rompía el corazón.

Instintivamente le di un beso en su frente. Uno pequeño, que no tenía nada que ver con los sentimientos que tenía por ella. Simplemente era uno de esos besos, de esos besos amistosos que no tienen otro objetivo más que el de calmarte.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2020 ⏰

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No llores nena... [Zodiaco Piscis & Cáncer] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora