Segunda Temporada de "Necesito mas poder... necesito de ti"
Vergil trata de ser el padre que Nero no tuvo por tantos años, lo cual es muy dificil para el.
Apesar de que ha pasado mucho tiempo desde lo sucedido en el Qliphot, a Nero aun le cuesta pro...
Llegue aquella casa vacía y como era de esperarse el ambiente era otro al venir solo, se siente su ausencia, desde que ella se fue de mi vida se llevó todo consigo. Me siento en el pequeño sillón de la sala, me recargo en el respaldo y observo el techo, por fin tengo algo de paz para poder asimilar todo lo ocurrido en estos meses, ya que en el inframundo por culpa de Dante estuve todo este tiempo ocupado y al regresar he estado tratando de recuperar el tiempo perdido con Nero.
Nero, ha cambiado mucho, dio un brinco enorme, ya que no lo había visto desde que le cambiaba los pañales y ahora es todo un hombre de familia, claro no son sus propios hijos los que mantiene, pero lo hace como si en verdad lo fueran, me hubiera gustado que no pasara lo que Dante y yo, que sintiera lo que es crecer con un padre y una madre, ¡maldita sea! ¿Por qué siempre tiene que acabar así? ¿Sera el maldito destino de los Sparda? Pero al menos el hizo las cosas mejor que su estúpido padre, sé que Kathy estaría orgullosa de él.
-Me gustaría que pudieras ver a nuestro hijo- Digo al aire, soltado un gran suspiro, en verdad la extraño. –El en verdad es un chico fuerte, si supieras la tremenda paliza que me dio- sigo diciendo para mí mismo, al recordar esa pelea sonrió, vaya primer encuentro padre e hijo.
Me levanto, me dirijo a mi vieja habitación que compartía con Kathy, me recuesto en su lado de la cama y trato de dormir, pero no puedo...
Pasa una hora y no he podido, siento algo en mi pecho que duele, me giro en la cama volteando y jure ver a Kathy a un lado mío sonriéndome, pero no era ella, fue solo un recuerdo, de aquellas noches que compartí está cama junto con ella, cuando la observaba dormir, comenzamos a dormir juntos todas las noches desde que me entere que estaba embarazada, siempre era el primero en despertar, siempre me atrapaba cuando la miraba dormir y sonreía de una forma tan deslumbrante, ella era lo primero que observaba todos los días, hasta ese trágico día.
Sentí humedad en mi rostro, con una mano me toque la mejilla y era una lagrima, ¿estaba llorando? Últimamente lo he hecho, en todos los años de soledad vagando por el inframundo jamás tuve este sentimiento, hasta que me volví a reencontrar con Nero comencé a sentirme de esta forma, siento la necesidad de estar con alguien, pero con ella... fue entonces que después de tanto tiempo rompí a llorar.
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La luz de la ventana anunciaba un nuevo día, me dolía la cabeza, recordé lo de anoche, seguramente me quede dormido después de eso, por curiosidad, aunque sabía la respuesta, me gire de nuevo y efectivamente, estaba solo en aquella cama.
Me levante, tome dinero de un bote donde había guardado un pequeño ahorro en aquellos días, después lo repondré, me dirijo a la tienda más cercana para comprar un medicamento, aun con mis poderes demoniacos mi lado humano pedía que me quitara este maldito dolor de cabeza, lleve comida para unos días, no quisiera molestar a Nero ni a Kyrie quedándome siempre en su casa, aunque me sienta solo prefiero estar en mi casa. Pago, salgo del local y regreso a la casa.
Camine tranquilamente por las calles de Fortuna hasta que una silueta que logre ver a lo lejos llamo mi atención, la seguí y mientras más me acercaba aquella mujer, más familiar se me hacía y más dolor en el pecho me causaba, era ella. Continúe siguiéndola, pero al girar en una calle la perdí, ¿Dónde se fue? Debió ser mi imaginación.
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