- Tenemos que hacer un ultimo recado antes de volver a casa-dijo Any, Roberta asintió sonriente-
- Siempre dejamos lo mejor para el final-dijo Roberta-
Mientras salían del restaurante en el que habían comido, dulce advirtió que las otras dos mujeres intercambiaban una sonrisa misteriosa. No era la primera vez que aquello ocurría. Habían hecho lo mismo la noche en la que habían ido a cuidar a Alexandra
- ¿Qué se traen entre manos?-les pregunto- ¿tienen algo para decirme?
- No es nada-contesto Roberta- simplemente, que Any y yo tenemos que comprarnos Ropa interior
- ¿y que hay de especial en eso?-rio dulce-
- Lo que es especial es la tienda en la que la compramos-contestaron las dos al unisono. Dulce fruncio el ceño-
- ¿de que tienda se trata? ¡no será...! ¿van a...?
- A la boutique de la lencería Fresca y descarada-rio Any-
De repente, Roberta la miro dubitativamente
- Dulce, eh... No sabemos la relación que tienes con Chris y no es asunto nuestro si no quieres que vayamos a comprar lencería, lo entenderemos-dijo Roberta-
- Por supuesto-añadio Any-
Dulce se mordio el labio inferior
Recordó las expresiones de Poncho y de Diego cuando sus mujeres habían comentado que iban a ir de compras. Ninguno de ellos había sido capaz de esconder su nerviosismo ante lo que sus esposas pudieran comprar
- Yo siempre llevo lencería de algodón blanco-reflexiono- no es por ser cotilla, pero ¿a sus maridos les gusta lo que se compran en esa tienda?
- Hay cuatro cosas que todos los hombres de la familia Uckermann tienen en común: pelo oscuro, ojos azules, pasión por su rancho y... Un profundo afecto por los artículos de la Boutique de lencería fresca y descarada-rio Any-
- Estamos seguras de que Chris no es diferente-sontio Roberta-
- Yo... oh cielos-dijo dulce sonrojándose ¿iba a tener valor para comprarse lencería sexy? ¿le gustaría a Chris verla asi? Algo le dijo que se mostraría tan entusiasta como sus hermanos mayores-
- No se si ha sido buena idea-dijo Roberta frunciendo el ceño-
- Olvídalo-dijo Any negando con la cabeza-
Dulce tomo aire y sonrio a sus dos nuevas amigas
- La verdad es que me gustaría ver si a Chris le gusta tanto la lencería como a sus hermanos-admitio riendo nerviosa-
- Entonces, vamos a ver que encontramos-Rio Roberta-
Una hora después, dulce salio del centro comercial con varias bolsas de la boutique de lencería fresca y descarada. A pesar de que Chris le había dado su tarjeta de crédito, había comprado la lencería con su dinero. Había cosas que una debía pagar
- Me encanta el body de encaje blanco que te has comprado-comento Any mientras abria el coche- en cuento nazca el niño, me parece que me voy a comprar uno igual en Azul
- A mi me encanta la camisola verde esmerarla-añadio Roberta- con tu color de piel y tu pelo castaño, te va a quedar fenomenal
- Espero tener valor para ponérmelo rio dulce- es tan diferente a mis braguitas...
- ¡De abuela!-dijeron Roberta y Any a la vez-
- Bueno, yo no iba a decir eso-rio dulce- pero admito que es una descripción bastante acertada
- ¿Cuándo vas a sorprender a Chris?-quiso saber Roberta mientras metían las bolsas en el coche de Any-
- No lo se, pero pronto-contesto dulce con tristeza- voy a tener que volver al trabajo pronto
- ¿no te vas a quedar?-pregunto Any sorprendida- yo creía que...
Dulce se encogio de hombros. Chris y ella no habían hablado de lo que pasaría cuando llegara el momento de que ella volviera a Oklahoma
- Es complicado
- ¿vas a ir a la final del rodeo con Chris?-pregunto Any-
- Yo... no puedo-contesto dulce- después de lo que le ocurrio a mi hermano, no puedo-Any la abrazo-
- Espero que todo salga bien entre ustedes
- Yo también-dijo Roberta abrazándola también- queremos que te quedes en Lonetree
Mientras se subia al coche, dulce lucho para no llorar
Ella también quería quedarse a vivir en Lonetree con su familia, pero Chris se ganaba la vida participando en rodeos y, aunque no podía soportar la idea de que le pudiera ocurrir algo, no podía pedirle que lo dejara
Seria como pedirle que dejara de ser quien era y dulce jamas haría eso
