Before The Dream

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MORE THAN WORDS

"More than words is all you have to do to make it real Then you wouldn't have to say that you love me. Because I'd already know" -Extreme

♪♪♪

Los gritos de alegría no se hicieron esperar cuando en la suite de aquel lujoso Hotel que la disquera había elegido para hospedar a sus nuevos talentos, las tres chicas se reencontraron después del trago amargo que la derrota les había dejado, así como las difíciles semanas que habían tenido que pasar después de separarse. Y aunque a la mañana siguiente tenían una importante reunión con los directivos de la casa productora Sony, las tres amigas no pudieron dormir hasta altas horas de la madrugada debido a toda la emoción acumulada en su interior. A pesar de que ninguna lo había dicho, todas sentían miedo, miedo de que al dormir y despertar la maravillosa noticia no hubiese sido otra cosa que un sueño, y que las tres regresaran a la triste realidad que el final de Reality había traído consigo.

Pero para su buena suerte, cuando el despertador había sonado, las tres chicas despertaron en aquella lujosa habitación del Hotel Mandarin Oriental, ansiosas por que el camino a la fama de Dreams comenzará. La junta había sido un éxito, las chicas habían firmado un contrato por un año, el cual abarcaba su primer álbum, así como toda la promoción del mismo, y aunque ninguna de las tres entendía los términos rimbombantes que los empresarios solían usa para explicar el documento, Simon Cowell había intentado explicar todo a detalle, con palabras sencillas que las tres adolescentes pudieran comprender, aunque a ninguna de ellas parecía importarles eso, su mayor ilusión tan solo era cantar, y que todo el mundo gustara de su música.

— Chicas. Quiero que conozcan a alguien, una persona muy importante en su carrera. Él les ayudará a sobre llevar todo lo que conlleva esta pesada carrera — Un tipo alto, delgado, con un rostro nada amigable, vestido con un elegante traje negro, entró a la sala de juntas sin llamar a la puerta. Su rostro lucia bastante joven, quizá y apenas sobrepasaba los treinta —Él es Alexander Linx, su representante — Las tres chicas saludaron amables al recién nombrado, aunque no entendieran del todo que significara eso — La principal responsabilidad del representante, es supervisar los negocios de un artista; en este caso, de ustedes — Explicó educadamente Simon, como si hubiese leído la confusa mente de sus nuevos talentos—aconsejarlas en temas profesionales, planes a largo plazo y decisiones personales que puedan afectar a su carrera. Determinar decisiones profesionales, compromisos, promociones, acuerdos, contratos discográficos, etc. —Las tres chicas escuchaban con atención al productor. Sin duda alguna su mánager tendría una ardua labor que cumplir — Además, Alexander tendrá acceso a estudios de grabación, fotógrafos, promociones, y tendrá que entregar material publicitario de ustedes a los medios de comunicación de manera periódica.

— Será un placer trabajar con ustedes — Saludo educadamente por primera vez — Seremos un gran equipo

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, las tres chicas habían llegado al estudio de grabación, en compañía de su mánager, no tenían idea de que iban a cantar, o que iban a hacer. Los nervios carcomían sus entrañas, y la ansiedad se apoderaba de sus cuerpos, pero, aun así, ninguna podía borrar esa enorme sonrisa de sus rostros. Simón había llegado con la letra de una canción, que, según él, había sido compuesta solo para ellas, por uno de los mejores compositores del Reino Unido.

— Esta será la canción número uno de las listas en cuanto salga al mercado — Afirmó el directivo con entusiasmo — ¿Qué les parece?

— No queremos ser desagradecidas o imprudentes, pero —Ari intentaba buscar en su mente las palabras indicadas para no sonar como una diva, grosera mal agradecida