Capitulo 3

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Dieron las 6 de la mañana, el sol aún no salía cuando yo ya estaba en un carruaje rumbo al pueblo

Era sábado por la mañana, por lo cual era mi día libre y no volvería hasta el lunes por la mañana

El trayecto duro una hora y media desde la mansión hasta el pueblo, una vez llegue al pueblo baje en frente de la panadería, donde entre para comprar un pastel, después me fui caminando hasta llegar a la casa de mi tía, al llegar toque la puerta, la primera en abrirme fue Emely

Emely era mi hermana mas pequeña de 4 años, cuando ella me vio sonrio de alegría y me abrazo

- Hermana volviste, te extrañe mucho- dijo la niña mientras abrazaba mis piernas

Me incline hasta quedar a la altura de la niña y la abrace

- Mi niña, te prometi que volvería ¿no?- dije abrazándola

En ese momento oí pisadas que bajaban del segundo pisó, eran mis otros dos hermanos que vinieron a mis brazos y me abrazaron fuertemente

- Hermana volviste, volviste- dijo Robert, él era el tercero, y penúltimo de todos nosotros apenas tenía 7 años

- ¿nos trajiste algo?- preguntó Julieta, ella era la segunda, ella había nacido 9 años después que yo, y tenía 9 años

- Les compre un pastel de chocolate- dije sonriendo y mis hermanos se alegraron, sin embargo en ese momento oí el bastón de mi tía sonar por las escaleras, para después estar justo en frente de nosotros

- No se olviden de mi, estoy algo vieja pero aún puedo comer pastel- dijo para después sonreír

Apenas mire a mi tía no pude evitar llorar, mi tía Mariana era hermana gemela y menor de mi madre, así que cada vez que la veía me recordaba a mi difunta madre

Mi tía nunca fue sana, siempre estuvo enferma o con algun malestar, ella apenas tenía 30 años, pero por alguna razón la cadera le dolía y no podía caminar bien por ese dolor, por lo cual usaba un bastón

A diferencia de mi madre, mi tía nunca se caso, por razones que creo que nunca revelara, siempre dijo que se sentía mejor sola y que la soledad era su mejor compañero de vida

Me acerque a mi tía y la abrace

- Tía, te extrañe mucho- le dije mientras la abrazaba

Mi tía me abrazo y sonrio un poco

- yo también te extrañe mucho- dijo sonriendo

Mi tía, no ve, esta completamente siega desde los 26 por lo tanto no me preocupe cuando me acerque a abrazarla, y mis hermanos eran muy inocentes, ellos no preguntarían por mis golpes, aún así me tape el ojo morado con algo de maquillaje el moreton

El sábado, fue un grandioso día para mi, pues estuve con mi familia todo un día

A la mañana siguiente...

Era domingo, me levante temprano para hacer las compras ya que mi tía estaba siega y mis hermanos aún eran muy pequeños, decidí ir yo ese día al mercado

Al salir me asegure que el moreton, no se viera, al llegar al mercado empecé a comprar las cosas para hacer el desayuno, mientras compraba los alimentos escuche una voz familiar y como alguien tocaba mi hombro

- Mónica, volviste hace tiempo que no te veía-

Gire a ver quien me hablaba, para mi sorpresa era Alan, él había sido mi amigo de la infancia, apenas lo vi lo abrace

- Alan, hace tiempo que no te veía- dije sonriendo

Sin embargo Alan, apenas me vio bien, tomo mi barbilla y levantó mi mirada, para que pudiera ver mejor mi rostro

- ¿que te paso en la cara?- preguntó el hombre

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