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Hice el primer corte en mi antebrazo y a los pocos segundos vi como un ya conocido líquido rojo comenzaba a salir. Pero esto no me detuvo, y seguí haciendo más cortes alrededor. No los hice en la zona más cercana a la mano, sino más atrás. Evitándome así, la preocupación de que estuvieran a simple vista.
La diferencia era que esta vez no me importaba si se veían o no. Solo quería que el dolor desapareciera, que las voces se callaran. Que me dejaran descansar de una vez por todas.
De repente empecé a sentir mucho calor, y como a mí cuerpo le costaba seguir las órdenes de mi cerebro. Mi vista comenzó a nublarse, al mismo tiempo que noté como mi cuerpo no aguantó más y se calló al suelo, en ese momento era como si mi cuerpo no fuese mío.
Después cerré los ojos...voluntariamente. Pues sabía que este era el momento, de ese que te hablan desde pequeña, para que tengas miedo de él. Pero en mí caso no, en mí caso... lo de deseaba más que nada.
Espera...oigo voces mezcladas.
Una que no reconozco y la otra...Jungkook?
-Mi pequeña...tranquila...estarás bien- oír su voz me relaja, estoy lista para volver contigo kookie. Y ahí estaba él...frente a mí, con su sonrisa de conejito. Como en los viejos tiempos.
-Sígueme y estaremos juntos...para siempre...- y empezó a caminar hacia una puerta que estaba a sus espaldas. Cuando reaccioné, ya casi había entrado por completo.
-¡Espera! ¡Jungkook!- corrí hacia aquella puerta blanca. Y comencé a golpearla con todas mis fuerzas suplicándole a quien sea que estuviera dentro que me dejara entrar, que no había terminado que mi hermano estaba ahí y que necesitaba verlo, abrazarlo y decirle cuanto lo había echado de menos.
-¡Kook! ¡No! Por favor...! No...me...dejes...- me deslicé apoyada sobre mi espalda contra la puerta hasta tocar el suelo. Llorando desconsoladamente, no, no podía ser...no, no...
-¡No!- me desperté de ese "sueño" estaba en una habitación blanca.
El hospital pensé. Y todos los recuerdos llegaron a mí mente, me desperté decidida a irme. Necesitaba ir a ver a mamá, antes de que me arrepintiera.
-¿Señorita Lee?- vi como una enfermera entraba a la habitación, me apuré. No quería que me frenara para salir de allí. No ahora- tranquila, tranquila...no vengo a decirle que tiene que quedarse. Pero déjeme que yo misma le quite la vía- asentí. Cuando ella terminó su labor, me indicó donde estaba mi ropa y bolso.
Bajé rápidamente las escaleras y al salir a la calle, la brisa fría de invierno pegó de lleno en mi cara, recordando el mes que era, miré la fecha en mi celular.

1 de septiembre...Hoy es tu cumpleaños, espero que estés feliz miré al cielo hablándole a él.

Cogí un taxi y le pedí que me dejara frente a una floristería, pagué lo necesario y bajé.
-Hola...¿tiene algún ramo de girasoles?- pregunté un poco insegura. A Jungkook le encantaban tener girasoles y aún más recibirlos. Da igual cuántas veces alguien le dijera que no era bueno dormir con muchas plantas en la habitación eso no impedía que pareciera que nuestra casa era un jardín. Pero solo había un tipo que destacaba por su abundancia y esos eran los girasoles.
-Sí, claro- me guió hasta un lugar donde había girasoles de todo tipo. Grandes o pequeños, solos o agrupados en hermosos ramos.
-Ese esta bien- sonreí señalando a un ramo de unos diez girasoles, en vuelto en un papel marrón y atados con una cuerda por la parte inferior.
Totalmente su estilo, seguro le encantarán me aseguré.
-Aquí tiene- me las entregó y las pagué.
Después salí y me encaminé hacia el cementerio. Llegué bastante rápido, tenía prisa. Sabía que por la fecha que era mi familia estaría allí presente, no quería cruzarme con ellos porque sabía que no me querían con ellos.

Cementerio de Busan. Leí en la entrada, encima de un marco unas letras doradas perfectamente talladas y hechas con metal. Caminé un rato hasta llegar a la tumba de mi madre...allí vi a mi madre y a mi hermana. Obviamente había muchas más flores que antes. Mi hermana se giró y me vio.

-¡No! ¡No te acerques más!- me gritó enfadada, ella tenía los ojos inundados en lágrimas- ¡No tienes derecho a estar aquí! ¡Fuera! ¡Vete!- me dolía, dolía como aún en esta situación ella no me quería.

Jungkook One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora