Y allí estaba yo, de nuevo. El viento traía el aroma a rosas a mi nariz. El suelo de hojas crujía bajo mis descalzos pies. El sol se anteponía a mis ojos y la aurora del atardecer cubría el metamórfico cielo azul. Seguía vistiendo los desgarrados jeans ajustados que siempre llevo puestos y estoy descubierto en mi superior. La brisa calienta mi pecho, enviándole pequeños escalofríos y los últimos rayos de sol alimentaban mi tez. Luego, aquella sinfónica música llena mis alrededores de felicidad y vida. No puedo ver de donde proviene, pero como siempre, dirige mi vista hacia el horizonte, donde una silueta me espera, paciente, llamándome...
Mi único instinto es correr hacia ella mientras el atardecer se vuelve cada vez más nulo. Cada día siento que puedo alcanzar a la silueta sin rostro ante mis iris. Sin embargo, cada vez que me encuentro tan cerca de entrelazar sus dedos, una cadena me ata los tobillos. Por más que intente quitármela no logro conseguirlo y veo a la silueta desvanecerse ante mí, mientras la sombra del atardecer yace perdida entre las nubes y mis sollozos ahogados se esconden entre el silencio. Lo único que me queda es caer de rodillas, por la incontable vez, y rogarles a mis manos que tapasen la angustia de mis ojos para permitirle a mi corazón poder decaer en la privada oscuridad de mi tormenta creciente.
Y después de eso...
Despierto.
−¡Idiota, despierta, ya vamos tarde a clases!−grita Jason sacudiendo mi mandíbula.
Siento que el corazón se me detiene por un segundo gracias al susto y me levanto de la cama tambaleándome con una resaca de mil demonios.
−¿Qué demonios pasó?−le inquiero, mientras mi mano consola mi palpitante frente.
−Tomamos de más anoche, imbécil, ¿o acaso no te acuerdas?−mis pesados párpados hacen un esfuerzo de sorpresa al ver a una chica desnuda acostada en el borde de mi cama.
−¿Y esta quién es?−digo dando un salto desinteresado lejos de ella.
−¡Yo que sé, casanova!, le debiste preguntar anoche mientras la sometías en casa de Kevin.−gruñe Jason arrojando sus desordenados libros en su mochila, que, por cierto, se encontraban esparcidos por toda la habitación.−¡Ahora vienes conmigo o te quedas! No puedo llegar tarde a la clase del Sr. Benjamín o me va a cortar los...
−¡Tranquilo, iré en un momento, viejo!−aullé tirando mi palma contra mi rostro.−No tienes que ser tan dramático, por mi madre...−declaro amargado alejándome con tan solo un bóxer puesto hacia la ducha.
...
−¡Evan, muévete, solo quedan quince minutos!−revienta Jason a través de la puerta. Podía imaginar su boca y sus cejas puntiagudas arqueándose de tal forma que parecía un tigre con cólico.
−Jason, ¿puedes calmarte? ...por amor a Cristo, estoy terminando de vestirme. ¡Deja de ser tan melodramático, que el que va a terminar cortándote los huevos soy yo!
−¡Deja de maquillarte, princesa, y sal de una vez!−refunfuña nuevamente.
Me doy un último vistazo para verificar que todo estaba en su sitio. Mis jeans ajustados me hacen lucir mis trabajadas piernas y sin falta, mi camisa debía estar con tres botones sin ajustar. Mi cabello aún húmedo era la cereza del pastel, iluminando el color de mis nubosos iris y dotándome de ese aspecto que volvía locas a las chicas.
Me pregunto si volverá loca a esa chica...¿Cuál era su nombre? ¿Aurora?
Hoy, como todos los días, es un día para sufrir en las mañanas y olvidar en las noches con litros y litros de alcohol y mujeres.
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Nexterday| Looking for our tomorrow (español)
Teen FictionPrimera historia de la nueva serie "#HeartBroken" ... Cameron vivía en una burbuja que pensaba que nunca explotaría. Winter creía que podría hacer desaparecer sus sentimientos encerrándolos en caja fuerte. Evan pensaba que podría ocultar...