Protection from Darkness T1 (YAOI) [FINALIZADA]

Capítulo 27 - Amor desde el alma

La inquietud reinaba en el hogar Cross, rato llevaban ya buscando a aquel chico de cabellos castaños, todas las habitaciones habían sido revisadas, los jardines e incluso el jardín delantero donde se encontraba ese columpio perteneciente a Zero, pero nada, no existía ningún rastro alguno ni siquiera Seiren podía sentir a su señor, y que esta última no pudiera localizarlo ya era mucho decir, después de todo era rara nunca estaba tan alejada de Kaname.

—Primero Zero-kun, y ahora Kaname-kun —expresó Kaien sentando tras el escritorio de su oficina, ya era preocupante que uno de aquellos chicos desapareciera, pero que lo estuvieran ambos apenas podía creerse. Pensando mejor la situación, resultaba extraño no haber recibido el más mínimo aviso por parte del castaño, normalmente el castaño tendía a informar si saldría o iría a algún, Kaname nunca salía sin siquiera haberle dicho algo por adelantado a Seiren—. Me pregunto si habrá descubierto donde se encuentra Zero-kun.

Yagari contemplando a Kaien, podía entender la preocupación que sentía, pese a todo, se preocupaba ambos chicos a partes iguales, eran como unos verdaderos hijos, si bien no terminaba por aceptar que aquellos que apreciaba estuvieran cerca de vampiros, Yagari admitiría para sus adentros su aceptación hacia Kaname, la devoción que este mostraba hacia Zero le hacía merecedor de al menos tener una oportunidad—. Tranquilo —dijo acercándose al de cabellos cenizos mientras le cubría los hombros con una capa que le había llevado—, ellos aparecerán antes de que puedas darte cuenta.

En otra parte de la casa, Kaito se encontraba ordenando la habitación de Zero, habían pasado mucho tiempo fuera y el polvo poco tardó en hacer estragos por toda la casa, retirando sábanas y fundas las coloco aun lado para llevarlas más tarde a lavar, decidir limpiar era su pobre intento por no pensar en la situación actual, que su hermano se encontraba con paradero desconocido lo inquietaba, nunca estuvieron separados sin saber donde se encontraba cada uno. Sumido en su limpieza, no pudo ser consciente del momento en que alguien se recargo en la puerta mirándolo sumido en su labor.

Aidou, en silencio, contemplaba atento a aquel chico de cabellos castaños, aún si Kaito y Zero no eran biológicamente hermanos, ambos poseían cierto parecido en personalidad, aunque él primero tendía a ser mucho más abierto y bromista, sin perder ni un solo movimiento del contrario, Aidou sintió confusión al ver que Kaito se detenía abruptamente al tomar un abrigo situado sobre la silla del escritorio, se trataba del abrigo que le había dado a Zero tras el ataque que este había sufrido a manos de la purasangre Shizuka, se lo dio con la intención de abrigarlo contra las frías temperaturas que soplaban aquella noche en que su hermanito quedó al cuidado del director Cross.

—Debes sentirte muy inquieto —comentó Aidou finalmente, atrayendo hacia él la mirada contraria—. ¿Por qué te preocupa alguien que no es tu familiar biológico?

—Porque es la única familia que tengo —respondió al instante el castaño acariciando aquel abrigo—. Zero es lo más cercano que he tenido de una familia. Cuando niños conviví mucho con él y su hermano Ichiru, mientras sentía envidia por verlos tener aquello que yo tanto quise. Pero cuando Zero perdió todo aquello, él se apegó a mí, busco mi cariño y yo el suyo, pronto me termino por aceptar como a su hermano mayor —deteniendo sus palabras, recordó esa fatídica noche en que encontró a su hermanito baño por sangre y transformado en algo que no era—. Los vampiros le quitaron todo lo que una vez amo, lo volvieron uno de ellos... —controlándose, pensó en esos últimos días, esos días en que Zero reía desde el fondo de su corazón, los días que pasaron en el hostal—, aunque, también han sido esos mismos chupasangres, quienes pudieron volver a poner una sonrisa en su rostro.