Protection from Darkness T1 (YAOI) [FINALIZADA]

Capítulo 30 - Cuento ancestral

Habiendo dejado a Kaname y Zero solos, Takuma sentía curiosidad por muchas cosas que Zess parecía saber pero que al mismo tiempo intentaba ocultar, aquel chico de cabellos azabache se mantenía tan sereno que hacía complicado saber la clase de pensamientos que podrían estar rondando su mente. Sin embargo, Takuma desde el primer instante en que habían vuelto, pudo notar algo, Zess solía reflejar por algunos segundos una expresión melancólica cuando miraba a Kaname y Zero, como si ver a aquellos chicos le trajera algún tipo de recuerdo doloroso.

Persiguiendo a dicho chico, llegó hasta el tejado en donde lo vio sentado en uno de los bordes con aire pensativo, parecía que ni siquiera había notado que alguien hubiera estado siguiéndolo. Pensando cómo tratar las ideas surgidas en su mente, tomaría como inicio la escena que presenció minutos antes—. Aunque no pareces tener simpatizar mucho con Kaname, le has entregado algo muy valioso —comentó mientras se aproximaba a donde Zess se encontraba siendo mirado con tranquilidad—. Debes confiar mucho en él para haberle confiado algo tan importante.

—Takuma Ichijo.

—Puedes llamarme por mi nombre —expresó el rubio apoyando sus brazos cruzados sobre uno de los bordes—. Debe ser difícil tener información que no puedes contar, ¿No es así?

—¿Qué hay de ti?, tú también debes estar en la misma situación.

Takuma poco pudo evitar reírse al verse descubierto, hasta la fecha Kaname había sido la única persona en conseguir desenmascáralo con tanta facilidad. Mirando la luna, Takuma en esos momentos sentía que podía obtener más información de Zess, en dichos instantes ambos estaban siendo muy transparentes entre sí, como si pudieran sentir una compatibilidad o simpatía por ser semejantes de alguna forma—. Dime, ¿Ese clan Reizen es tan antiguo como dices?

—Tan antiguo como el mismo Kaname.

—Siempre pensé que lo de la rosa había sido idea del director Cross.

Permaneciendo unos momentos en silencio, Zess se sumergió en sus memorias, buscaba el recuerdo en que se le había contado un relato sobre los motivos que tuvo el clan Reizen para tomar por símbolo la rosa, consiguiendo ordenar aquella pequeña historia, pensó en contársela a Takuma que mostraba gran interés por conocer más a fondo las conexiones que poco estaban haciéndose entre los Reizen y los Kiryuu—. Te contaré una historia que escuche hace algún tiempo.

"Había una vez un lugar lejano. En una época en que el humano aún no existía, las bestias reinaban la tierra. Los grandes depredadores devoraban a aquellos pequeños animales amantes de flores y hierbas. Toda vida poseía un motivo y una razón para existir.

Entre aquellos feroces depredadores, vivía un feroz tigre, animal de fieros colmillos y anaranjado pelaje recorrido por rayas a negro color. Aquel majestuoso felino vivía sus días cazando y devorando a cualquier criatura que ante él se pusiera para saciar su hambre, su interés solo se encontraba centrado en sustentar su propia existencia.

Un día, mientras se encontraba dando un paseo por los claros de su territorio, en la distancia visualizo una pequeña figura, cauteloso, fue aproximándose hacia aquel ser guiado por la curiosidad de ver que alimento había sido dispuesto para él ese día. Con pasos lentos fue acercándose, atento a los movimientos contrarios, al conseguir estar a escasos metros de su presa, algo en él comenzó a decirle que no atacara. La criatura frente a él se encontraba era un pequeño conejo de blanco pelaje y deslumbrantes ojos amatistas, tal criatura era como sus demás familiares conejos, sin embargo, al mismo tiempo, había algo diferente.

—¿Quién anda ahí? —se escuchó una pequeña y armoniosa voz, la cual pertenecía a aquel pequeño ser.

El tigre, poco a poco fue saliendo de su escondite, aproximándose a tan pequeño ser—. ¿Qué hace un conejo solo en medio de un claro? —preguntó devuelta el tigre confundido por la tranquilidad que mostraba el pequeño conejo pese a encontrarse frente a uno de los depredadores más peligrosos.