Capítulo 22 - A quién pertenece el corazón

2K 158 10
                                    

—¿Qué has dicho? —preguntó Kaname creyendo haber escuchado mal, envuelto por la confusión, llevó sus manos a los hombros de Zero procurando agitarlo con cuidado—. Dilo una vez más.

—Te amo —repitió el de cabellos plateados con una tierna sonrisa en sus labios. No había escuchado mal ni se encontraba dentro de un sueño, aquellas dos palabras realmente había sido pronunciados por esos finos labios que seguían sin ser probados y cuya castidad pareciera se hubiera conservado para él, Kaname atrapado en su felicidad, se encontraba siendo incapaz de decir palabra alguna. En sus memorias se hallaba presente ese tiempo en que solo lastimo y uso a aquel chico, viéndolo como su herramienta para cumplir sus propios deseos egoístas, y, pese a ello, ahora ese odio ya no estaba, tras un largo camino, finalmente había podido escuchar esas palabras que tanto ansiaba escuchar. Zero, sin poder conocer la clase de expresión que podría estar haciendo Kaname, con cierta duda, busco las manos contrarias tomándolas y llevándolas hacia su rostro colocándolas cada una en sus mejillas—. ¿Kaname-san, que es lo que tu sientes por mí?

Esbozando una sonrisa, el castaño pudo interpretar cuál era la intención oculta en aquella pregunta, el menor había sido muy astuto al esconder su deseo en tan ingenua pregunta. Sosteniendo el rostro contrario entre sus manos, Kaname fue acercando su rostro hasta que su aliento pudiera entre mezclarse con el de Zero, sin cerrar sus ojos, fue aproximando sus labios a los contrarios concretando en un tierno beso, quizás aquel momento duró tan solo un par de segundos, pero fueron suficientes como para robarles el aliento a ambos. Retomando su distancia, Kaname contempló a Zero por algunos instantes antes de atraparlo en un abrazado mientras se dejaban caer sobre el colchón—. He ansiado por mucho tiempo poder tenerte así —dijo acariciando las plateadas hebras de cabello que se deslizaban por el pálido rostro contrario, pensando en ello, Zero poseía un tono de piel demasiado claro, que, pese a su personalidad, llegaba a darle un aspecto frágil—. Zero, te amo. Prometo amarte cada día, consagrare mi vida a tu bienestar. Verte sonreír será mi motivo de existir. Tu ser entero se volverá mi razón de vivir —las dudas habían sido despejadas, todas aquellas palabras dichas por la castaña podrían ser verdad, sin embargo, Zero no permitiría a nadie imponer su opinión en él, daría su mejor esfuerzo por corresponder a los fuertes sentimientos que Kaname fuera a brindarle. Recostándose apropiadamente en la cama, Zero se sentía algo nervioso, haberse confesado al mayor se dio por un impulso de sus emociones, y ahora estar compartiendo la misma cama le hacía sentir apenado, pudiera no ver su cercanía con el rostro contrario, pero solo le bastaba percibir el calor contrario para imaginarse que tan cerca estaban el uno del otro—. No tienes por qué estar nervioso —escuchó repentinamente la profunda voz contraria al tiempo que una mano se posaba sobre su nuca dándole pequeñas caricias—. No haré nada que no desees hacer.

Pese a ello, Zero no conseguía controlarse, girándose, paseo sus manos localizando al instante el cuerpo contrario, apenas eran separados por unos cuantos centímetros, la cama poseía tan poco espacio que cualquiera de los dos podría llegar a caerse ante el más mínimo movimiento. Apenado, fue acercándose más hacia Kaname hasta chocar con el pecho de este—. Eres cálido —expresó sintiendo agradable aquella caricia hecha a su cabeza. Quedándose pensativo unos instantes, Zero medito en ese sueño que ocasionalmente llegaba a tener, ahora que su vínculo con Kaname era mucho más fuerte, quizás lo mejor era contarle sobre esa pesadilla—. Kaname-san, hay algo que me gustaría decirte.

—¿De qué se trata?

Pensando cómo sacar el tema, Zero dio preferencia a ser directo, era mejor serlo a marear a Kaname con puras conjeturas—. Se trata de un sueño —dijo finalmente tras pensar algunos instantes el cómo iniciar—. En ese sueño puedo verme llegar a una extraña casa, todo se ve muy oscuro, muchas personas se encuentran a mi lado. Tras unos instantes, ingresamos a esa vivienda sumida en la oscuridad, apenas pueden verse rayos lunares ingresar por las ventanas.

Protection from Darkness T1 (YAOI) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora