Marcas del mar (JIHAN)

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Estaba aterrado esperando en una habitación donde un guardia aqua lo vigilaba desde la puerta, pues le habían revelado su nuevo trabajo o más bien de quien sería esclavo y con que fin, además del hecho de que ese día era el cumpleaños de ese príncipe y tras la fiesta además de ceremonia por su mayoría de edad, entrada la noche seria finalmente "regalado".

Estaba nervioso y aterrado, pues tal como ese guardián había unos de esa especie que eran enormes e intimidantes como guerreros, otros tenían apariencias irreales que te confundían, algunos tenían la piel algo escamosa y ojos o cabello de tonos raros.

La puerta fue tocada, asustándolo pues había estado muy silencioso antes de eso. El guardia abrió la puerta y dejo pasar a unos señores de aspecto elegante y fuerte, además de que tras suyo venia un joven que... era muy atractivo y único. No pudo evitar quedarse congelado admirándolo, maravillado por su apariencia en la que relucía una cabellera larga y oscura, además de unos ojos del color de las esmeraldas, pero lo más destacable eran sus rasgos y perfectas proporciones.

Estaba tan concentrado en él, que no puso mucha atención a lo que conversaban los mayores, hasta que reacciono al escuchar algo – Mi querido sobrino, Jeonghan, espero aceptes mi regalo que con cuidado busque y cuide para ti – Frunció el ceño, ¿Ese ángel era el príncipe al que pertenecería? – Hey, ¿En serio vas a rechazar mi regalo? ¿Es muy feo? – Pregunto el de barba y brazos marcados, a lo que el de cabellos largos al fin miro a Joshua, demostrando que estaba incomodo por eso. El humano bajo la mirada avergonzado, pues nunca se había preocupado por su apariencia así que, ¿Era feo? ¿Eso era malo? ¿Si el príncipe le rechazaba podría volver al gueto o ese aqua que lo iba a regalar al príncipe lo haría trabajar en otra cosa? Miro de reojo al ser, aterrándose al imaginarse trabajar bajo su mando, porque estaba lleno de cicatrices viéndose muy rudo.

El de ojos verdes noto el terror en el whenua, así que tras pensarlo suspiro – Gracias por tu regalo, tío, lo cuidare bien – Joshua miro con nervios al príncipe, no sabiendo si sentirse aliviado o aterrado al ser aceptado como esclavo sexual. Los adultos se mostraron satisfechos y le revolvieron el cabello con cariño al cumpleañero.

- Ya es casi de noche, así que debes estar apenas aguantando. Eres libre de irte a tu habitación para estrenar tu regalo, hijo – Joshua se tensó, mirando de reojo al ser de aspecto tranquilo y amable que se había mantenido en su mayoría callado, ahora dándose cuenta de su particular corona de hermosas piedras como perlas y esmeraldas, además de conchas de mar preciosas, ¡Era el mismísimo rey aqua!

- Eso haré, así que dejen de lucir como que esperaran avergonzarme, vejestorios – Bufo para con pesados pasos acercarse al whenua y tomarlo de la muñeca para jalarlo afuera de la habitación. Joshua asustado intentaba ignorar como esa mano le apretaba con fuerza, fijándose más en como era llevado por distintos pasillos que parecían un laberinto hasta que finalmente entraron a una habitación. Era un lugar amplio pero no un castillo como lo que se imaginaba.

Cuando fue tirado a la cama, nervioso intento cubrirse, pero confundido noto al tal Jeonghan empezar algo alterado caminar en círculos por la habitación, gruñendo y apretando sus puños. No sabía si estaba viendo bien porque ya había empezado a oscurecer, pero juraba que esa piel que antes lucia como porcelana ahora tenía escamas y las branquias de su cuello se sacudían inquietamente.