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- Entonces, ¿En algún momento me dirás porque actúas siempre tan amargado con estas cosas? – Jeonghan refunfuño cuando su primo empezó a pincharle la mejilla repetidas veces con su dedo.


- Déjame, ¿Acaso eres tan fastidioso con todos los que no son tan "alma libre" como tú? – Le dio una palmada a la mano del mayor, dando otro sorbo a su vaso mientras miraba con fastidio la película que se supone que iban a ver.


El de cabellos plata se rió entre dientes al lograr haber hecho enojar a su primito, así que se acercó para recargar su peso en el menor en un abrazo dado por la espalda – No soy tan fastidioso porque ellos responden a mis preguntas antes de que llegue tan lejos – Recargo su mentón en la cabeza del pelinegro, quien suspiraba con fastidio – Es que durante estos últimos años te he notado tenso, pero aun así te abstienes a ese gran y agradable placer que puede ocurrir entre dos o más personas – En un rápido movimiento se lo quitó de encima, a lo que el mayor se quejó adolorido al caer al suelo aunque Jeonghan estaba solo sentado en unos almohadones, así que fue pequeña la caída.


- A veces eres tan inmaduro, Minhyuk. Simplemente no me interesa nadie, no tengo ganas de hacer algo tan íntimo con otros – El peliplata frunció el ceño.


- Te pierdes de tanto, primo. Poco más y pensaría que nunca lo has hecho, pero mi papá te regalo para tu mayoría de edad un esclavo y según los míos que se hablaban con él a veces, sí que lo usaste – Jeonghan tenso sus músculos por la forma tan despreocupada e insensible con la que se refería a ellos.


- ¿Por qué te refieres a los whenuas como objetos? ¿Acaso eres igual a mi tío que los trata como si fueran cualquier cosa? ¿Cómo animales? – Escamas empezaron a aparecer en su piel ante la rabia que le provocaba eso. El mayor se sorprendió, pero no se asustó ni incomodo, tan solo dio un sorbo a su vaso.


- Sabes como es mi padre, así que debo tener cuidado con las palabras que uso para que no empiece a joderme dándome discursos estúpidos. Es bueno saber que no eres como él. Tu sabes que yo soy muy caliente incluso luego de que llegue a los veinte y no me descontrolaba tanto, pero por eso mi papá me ha regalado varios esclavos sexuales que considero amigos y muy buenos "compañeros de juego", así que se bastante de ellos y me fascinan, son como nosotros y es una lástima que no hay quienes les traten como tal. Son muy interesantes – Jeonghan relajo de inmediato sus músculos al saber que su primo no era un idiota – Suelo compartir cama con al menos dos de ellos quienes me conocen bien y yo los conozco a ellos, así que por eso me asombra que tu nada de nada durante los últimos años – De repente agarro un montón de golosinas y se las metió en la boca, a lo que Jeonghan se estiro aliviado, porque eso significaba que al fin se callaría un rato.


- Nadie me produce ganas de algo, ya no... - Fue lo único que dijo ante la curiosidad del mayor, quien rodo los ojos, pero pensando mientras masticaba, tuvo una idea.


- Si ese esclavo no se hubiera escapado, ¿Ahora serias sexualmente activo? – Jeonghan frunció el ceño, odiando las preguntas de su primo, pero la nostalgia le ablando el corazón y le impidió seguir evitando tanto ese tema. Debía compartirlo con alguien para que dejara de doler tanto, porque guardarlo tanto tiempo le haría daño.


- Me acostaría con él todos los malditos días – Confeso, a lo que Minhyuk sonrió un poco, pero noto dolor en su primo así que se mantuvo en silencio, indicando que le escuchaba – Yo no quería usarlo para lo que me lo regalaron, pero él mismo se ofreció a aliviarme al verme sufrir, porque nos hicimos amigos. Después acabamos enamorándonos, nos amábamos y logramos hacer el amor, pero esa mierda de que era mi "esclavo" impedía que pudiéramos formalizar lo nuestro de la forma que queríamos. Joder, lo amaba tanto – No quería ponerse a llorar, así que se calmó dando un sorbo a su trago, para que al sentir el alcohol quemar su garganta, seguir hablando incluso con más angustia - ¿Qué hice mal? ¿Qué pude haber hecho para mantenerlo a mi lado? Arruine lo que teníamos, yo... ¡Auch! ¡¿Por qué me pegas?! – Fue interrumpido porque un puñetazo en su brazo le hizo olvidar lo que decía.

Marcas del mar (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora