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【𝖙𝖍𝖔𝖚𝖌𝖍𝖙𝖘】

𝟙𝟚:𝟛𝟜

sus labios suspiraron de manera lenta sobre los míos debido al nerviosismo de ese entonces, al darme cuento de ello quise dar el primer paso, para que no se sienta comprometido, y rocé los primeros nombrados para luego envolverlos en un suave beso

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sus labios suspiraron de manera lenta sobre los míos debido al nerviosismo de ese entonces, al darme cuento de ello quise dar el primer paso, para que no se sienta comprometido, y rocé los primeros nombrados para luego envolverlos en un suave beso.

-te amo -susurré entremedio de nuestros movimientos, nunca había pensado que este momento llegaría, pero llegó.

y como si hubiese celebrado antes de tiempo, él tomó mis hombros de manera brusca y me tiró hacia la pared para que me golpease con ella. -te apesta la boca

sentí todo mi rostro teñirse de un fuerte color carmesí mientras que lágrimas amenazaban con caer de mis ojos, no me creía que haya dicho eso, esto es un maldito sueño.

-no me puedes hacer esto -mis piernas comenzaron a fallar, pues de un segundo a otro caí de rodillas al suelo, quería morir.

-¡fargan!

la voz real del chico que me gusta me hizo abandonar aquel corto y penoso sueño que había tenido, haciéndome levantar de mi cama y abrir la ventana para verle el rostro, pues lo necesitaba.

-¡espérame! -le grité desde mi habitación, pues tenía que lavarme los dientes y la cara primero.

-¡te ves guapo! -tras el piropo que salió de sus labios, cerré la cortina al segundo para que no me viese, porque de seguro mis mejillas se colorearon.

cuando llegué al baño, lo primero que hice fue lavarme la cara para verme correctamente en el espejo y ver si tenía algo raro en ella, agradecí al notar que ni siquiera me había salido una espinilla. llené el cepillo con mi pasta favorita de tres colores y comencé a lavar mis dientes para que me oliera la boca bien.

-¿por qué me lavo tanto? -me pregunté al paso de los minutos, luego escupí las sobras de mi boca. -ni que le fuera a dar un beso

agarré un vaso de agua y bajé a la puerta principal para abrirle a mi invitado, y cuando lo hice, ni siquiera tuvo la decencia de saludarme o decir alguna palabra, sólo agarró mi mano y me llevó corriendo hacia un lugar que, supongo, sólo él sabía.

-hoy haremos travesuras -fue lo único que salió de sus labios, yo tragué saliva.

𝟙𝟛:𝟘𝟘

-¿luzu? -el de cabellos blanquecinos asintió.

-exacto, niño listo -me lanzó un beso mientras buscaba algo en los armarios, yo me limitaba sólo a seguirle con la mirada.

cuando llegamos, tomados de las manos, a la cueva de la hermandad oscura, lo primero que me dijo era que tendríamos que robarle lo más preciosa al un ser de luz que habita en karmaland, y yo pensé rápidamente en luzu, pues él nunca le haría daño a nadie, ni aunque se lo mereciese.

-¿y qué es lo más preciado de luzu? -me lanzó un traje completamente negro mientras le preguntaba, era como los que había visto la vez pasada. -¿me lo tengo que poner?

-podríamos robarle a auron, pero eso no sería buena idea -se sacó la chaqueta mientras me miraba indiferente, yo sin motivo alguno sentí un pequeño rubor en mis orejas. -¿qué ocurre?

-n-nada -se rió suavemente y luego se quitó la blusa, mostrándome su torso desnudo, yo cerré los ojos y me di media vuelta. -avisa antes

a los segundos sentí su presencia detrás mía y cuando sus brazos rodearon mis hombros para pegar su cuerpo con el mío, suspiré disimuladamente, me estaba poniendo muy nervioso. -¿por?

me levanté de manera rápida y agarré mi traje oscuro para luego salir corriendo del lugar. -espérame unos minutos -dije antes de encerrarme en el vestidor que se encontraba cerca de él.

me costaba mantener mucho tacto con él luego de saber en concreto mis sentimientos, es que no podía aceptar un beso o un abrazo sin querer pensar o imaginarme en querer comerle la boca, y otra cosa, así que debía empezar a calmarme para que no sospechase nada.

me miré en el espejo luego de probármelo, me había gustado como se veía con el maniquí, pero en mi, era una total decepción, así que tenía miedo de salir y que me viese.

-hombre, llevas casi media hora -la voz de willy me hizo dar un pequeño salto por el susto, no pensé que me estuviese esperando.

estaba un poco ajustado y los pantalones no me llegaban hasta los tobillos, definitivamente no quería que me viese, incluso podría sentirme mejor con una falda, que esas me quedan de puta madre.

-déjame ve- -no alcanzó ni a terminar su frase cuando corrió la cortina sin mi permiso y se quedó congelado unos segundos.

su mirada que me analizó de arriba hacia abajo le hizo a mi autoestima bajar de manera potencial, probablemente me estuviese criticando, ¿habré engordado y por eso me quedaba apretado el atuendo?

-deja de mirarme -lo quería empujar, pero atajó mis manos antes de que pudiese tocarlo, yo tragué saliva. -¿qué ocurre?

-nada -comenzó a avanzar rápidamente para dejarme contra la pared, mientras una bonita sonrisa ladina aparecía en su rostro. -te queda bien

fruncí el ceño y volví a mirarme, no sé si necesitaba anteojos o algo, pero no entendía el porqué de su halago. -pues gracias

-demasiado bien -sus manos dejaron de agarrar las mías para dirigirse hacia mi cintura, luego me apegó hacia él, cosa que no me esperaba.

-g-gracias -no sabía que decir, y lo que estaba haciendo no me dejaba pensar bien.

en la biblia, fargan, piensa en la biblia.

-¿has leído el salmo doce?, habla sobre jehova -me miró con el ceño fruncido, pero al menos pude alejarle. -es muy interesante

-yo hago cosas contrarias a la biblia -me lanzó un antifaz antes de retirarse del lugar. -te espero en casa de luzu, niño cristiano

cuando ya no vi su cuerpo ni la silueta de este en mi campo de visión, suspiré pesadamente mientras esbozaba una sonrisa por todo lo que había pasado. le había hecho verme de otra manera, tal vez no romántica, pero ya era algo, y no podía negar que aquello alimentó a mi corazón para que siguiera latiendo por él.

si esto fuera un cuento, yo sería el típico enamorado del chico malo.

a criminal attempt ; willganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora