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gracias a mis lentes oscuros quienes tapaban mis ojos del sol, no me permití quitar la vista de lo que estaba haciendo el chico quien rondaba en mi cabeza cada diez minutos, se le veía muy sospechoso, más de lo que ya era normalmente, cargando una maleta muy grande justo cuando nadie se encontraba en el pueblo, o al menos eso suponía.
hoy tenía el día libre, debido a no protestar sobre la liberación inmediata del corrupto de auron, cosa que me sentó demasiado mal, por lo que iba a ocupar este especie de "regalo" para quedarme en mi humilde hogar y ver películas en netflix mientras lloraba, y claro, comer helado. pero aquello tuve que dejarlo para más tarde, pues cuando estuve a pasos de lograr mi objetivo inicial, vi a willy mirando hacia todos los lados como si estuviese haciendo algo malo, lo que me obligó a seguirle.
como tarea policial, claro.
me causaba pena ver como el sudor caía de su frente por el sol mientras apenas movía un centímetro lo que se estaba llevando, así que aunque me doliese en el corazón de policía que siempre tenía, fui hacia allá intentando disimular que no le estaba espiando.
-hombre -le hice un ademán con la mano para saludarle y pude ver su cuerpo congelado unos varios segundos. -¿qué ocurre?
-¿p-por qué no estás en la comisaría? -al momento de ver cómo su lengua se trababa al hablar, me di cuenta que debía comenzar a sospechar de sus actos.
-me tomé el día libre -me encogí de hombros mientras miraba la enorme maleta, fruncí el ceño para optar una actitud seria. -¿qué es esto?
-nada, vete -comenzó a empujarme, pero no llegaba a moverme ni un músculo, bufó por aquello. -por favor
-sabes que puedo ayudarte
tras aquellas palabras, se alejó de mi con el ceño fruncido, como si estuviese dudando de aquellas, yo sinceramente no había pensado en las consecuencias de decir eso, pero mi mente no estaba en buen tiempo, menos al ver como la manzana de adán del chico presente subía y bajaba por tragar saliva. suspiré al ver que seguía sin emitir alguna respuesta, ya sea o mala, así que agarré uno de los extremos de la maleta para comenzar a empujar hacia la dirección donde se dirigía, él al darse cuando de ello se acercó para moverla conmigo.
ahora me sentía un poco mejor al notar que nuestro recorrido cada vez se hacía más rápido, pero no me gustaba el hecho de que mi compañero no dijese ninguna palabra, como si no quisiera conversar conmigo, cosa que encontré tonta pues ya nos conocíamos más de lo normal para poder tener un tema de conversación divertido.
-hasta aquí -se detuvo mientras respiraba hondamente, yo le limité a mirarlo con el ceño fruncido al darme cuenta de que aquello que estábamos trasladando se quedó a un lado de mi casa. -fargan
-¿qué? -se acercó a mi, poniéndome nervioso por aquel arrebato de espacio personal.
-¿qué tan dispuesto eres a ser la mano derecha de la ley?
mi cuerpo se desestabilizó unos segundos luego de esa pregunta, nunca me había puesto a pensar en ello, por lo que me tomó desprevenido. cuando llegué a este pequeño pueblo en busca de trabajo nunca pensé que me atenderían de aquella manera tan nefasta en la que lo hicieron, tirándome los papeles y mirándome sospechosamente por parecer un delincuente, para que cuando al fin me aceptasen tuviese que lidiar con gente mala que no cumple las órdenes de la ley.
¿de qué servía ser un policia lame-medias de un alcalde corrupto?, podía tomar la justicia por mi propia cuenta, no importaría que no fuese tan legal hacer aquello.
-no tanto, puedo hacer cosas ilegales de vez en cuando -me quité la única prenda policial con la que andaba puesta, el gorro de color azul. -siempre y cuando no ande vestido de policía
aquellos ojos comenzaron a brillar mientras que una sonrisa tímida se dibujaba en su bello rostro. me tomó de mi chaqueta para acercarme hacia él, yo sentí mis mejillas colorearse por lo atrevido que era. -no me equivoqué al elegirte
-¿q-qué hablas? -sentí su respiración muy cerca de la mía, hasta propia decir que se estaban mezclando.
-que te escogí a ti para cuidarme esto -se separó rápidamente de mi para abrir el cierre de la maleta, y así mostrar lo que había en ella.
al escuchar el horroroso ruido de un dinosaurio, salté a los brazos de willy por reflejo, él se dió cuenta de ello y me abrazó antes de me cayese, luego me plantó un beso en la frente para calmarme.
tragué saliva y me acerqué a la correa con la que tenían envuelto a la criatura, luego me volví a alejar. -¿qué es esto?
-la mascota de auron, teníamos pensado pedir dinero por ella, lo que sería equivalente a la fianza que debería haber pagado la otra vez -alcé la ceja, un poco intrigado al haber escucho el "teníamos pensado", creo que se dió cuenta porque quiso corregirlo. -tenía pensado -tosió, un poco nervioso.
me quedé pensando unos segundos sobre qué hacer al respecto, siempre estaba la opción más sana de meterlo a la cárcel por robo de un ser preciado, pero era auron quien estaba a punto de ser robado, y supongo que se lo merecía.
y además, no le podía decir que no a esa carita de willy.
-venga, yo me lo quedo -saltó a mis brazos para besarme la mejilla izquierda a modo de agradecimiento, pero yo lo separé pues aquel beso rozó mis labios sin que se diera cuenta. -qué haces
-no sabía cómo agradecértelo -se revolvió un poco el cabello para mirar hacia otro lado, pero aún así podía ver sus orejas rojas. -en fin, me voy
-hasta luego, willy -le levanté la palma de mi mano para hacer el gesto de despedirme.
me sonrió y se fue a pasos rápidos alejándose cada vez más de mi, y cuando pensé que no se iba a despedir, me gritó. -¡hasta luego, corrupto bonito!
una sonrisa apareció en mi rostro, cada vez más jodido por un malhechor.
