Hide and Seek

Final 1- Tree only look at you

El frío viento envolvió aquel grupo de personas que permanecía  alrededor de aquel recién cubierto hoyo, el llanto de Nako y la madre de Sakura podían escucharse aun a varios metros de distancia pues el dolor que sentían no era aliviado con nada.

Habían perdido una hermana, una confidente y una amiga.
Y quién era la culpable de aquel terrible suceso no podía ser castigada por la ley, porque no había algo que protegiera a los omegas de un lazo roto ni de aquella cruel enfermedad que tenían que enfrentar cuando solo ellos eran quienes amaban con intensidad, aunque también era culpa de Sakura que no deseo soltar aquello que la unía a su alma gemela, ambas habían sido egoístas y aquel error lo pagaron las personas a su alrededor.

Chaeyeon permanecía lejos, observando como un sin fin de flores de color rosado eran dejadas sobre la tumba de su "expareja" tiñendo el lugar del color favorito de la castaña pero aún cuando intentaba convencerse de que no era su culpa, que ella no había tenido que ver en aquello ni en el fatídico final de la omega no quería acercarse, no podía ver a quienes alguna vez fueron sus amigas, ni tampoco a la madre de está ¿Era vergüenza lo que sentía? ¿Culpa? No lo sabía, su lobo no ayudaba mucho pues este permanecía cabizbajo e incluso lloraba en silencio la perdida de su compañera. Por otra parte Minju que le había acompañado en aquel momento, si decidió acercarse, con un ramo de rosas blancas camino hasta el lugar pero antes de siquiera poder poner aquel ramo junto los demás fue detenida por una enfurecida Yuri.

"¿¡Cómo puedes aparecer por aquí!? ¡Ella murió por su culpa!"

La omega fue abrazada por Yena que parecía lista para saltar encima de quien alguna vez considero su amiga, todas miraban de la misma forma a Minju y está retrocedió torpemente hasta chocar contra Chaeyeon que se acercó hasta el lugar.

"No es nuestra culpa que Sakura se aferrarse algo muerto"

Eso fue suficiente para que Eunbi alzará la voz y terminará por alejar a la pareja, dejando un sabor amargo en la boca de todos.

"No había forma de evitar esto ¿Verdad Sakura..?"

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Tres semanas habían pasado desde ese suceso, Chaeyeon por salud metal y un "comienzo nuevo" vendió el departamento que había compartido con la castaña, terminando por vivir en el de Minju hasta encontrar otro.

Esa tarde permanecía recostada en el sofá, cambiando de canal con una expresión aburrida ya que no había nada interesante que ver, unos golpes en la puerta le obligaron a levantarse y con un gruñido abrió está misma, el cartero dejo una caja con una carta de color rosado sobre sus manos, con una letra fina estaba escrito su nombre y eso le hizo tragar saliva.
Agradeció con una sonrisa, cerrando enseguida la puerta para acomodar su cuerpo de nuevo en el sofá y tomo primero el sobre, los dedos le picaron mientras rompía una orilla del mismo y tomaba la hoja de papel que había dentro.

"Querida chaeyeon, si recibiste esto es porque ya sucedió lo inevitable.
Si soy sincera, no estoy asustada de la muerte, es un proceso que al final todos debemos pasar incluso unos antes que otros...
Aun como terminaron las cosas no creo que pueda llegar a odiarte, eras todo lo que necesitaba en este mundo para ser feliz y quiero creer que en algún punto yo también lo fui para ti, mi corazón duele mucho en el momento que escribo esto y mi vista parece volverse borrosa por momentos pero vale la pena esto si puedo mantener lo único que nos une hasta el final, todo vale la pena si se trata de ti pero si soy sincera sigo sin comprender tu decisión, se que tal vez debería tener un poco de dignidad y aceptar que acabo pero no puedo Chae... Lo siento.
Realmente no se que hice mal... No sé cuál fue el error que me hizo perderte, seguramente jamás lo sepa.

Te amo Chaeyeon, lo haré por siempre y si en nuestra próxima vida nos volvemos a encontrar, prometo esforzarme más.

Sakura"

Chaeyeon cubrió sus boca con su mano, una sensación amarga se instaló en sus labios al terminar de leer aquella carta, quería pensar que tal vez era la nostalgia lo que le ponía así y que pronto pasaría. Aunque pasó todo lo contrario cuando abrió la caja de color azul, todas las cartas que le había escrito a Sakura estaban ahi incluso pequeños regalos que le dió cuando apenas comenzaban a conocerse, paseo sus dedos sobre cada uno de estos mientras la sensación de amargura crecía.

Permaneció así durante una hora, de la nada se levantó y dejo acomodado todo en la caja, tomo su abrigo y salió de departamento con su destino ya decidido. El día nublado le saludaba e incluso parecía ser su acompañante en ese momento de tristeza.

Si, porque a Chaeyeon le dolía la ausencia de la omega.

Más allá de su vergonzosa actitud de alfa posesiva y territorial, era consiente de que no había hecho las cosas bien, debió ser honesta y decirle de frente que sucedía pero al final busco la salida que creyó más sencilla y fácil.

La rubia se detuvo frente a la tumba de Sakura, sus dedos acariciaron la lápida en donde su nombre estaba dando entender que ya no era parte de aquel mundo, se quedó en silencio y sentada sobre el verde césped mientras sus recuerdos volvían lentamente a ella, entre ellos algo que le dijo su abuela hace años.

Valora y ama a quien de verdad te quiere porque la vida no ofrece el mismo amor dos veces.

Y su abuela tenía tanta razón,  estaba segura que quería a Minju, adoraba a la omega tanto que no dudo en aceptar vivir juntas pero había algo en su corazón, esa pequeña espina que no pudo deshacerse.

Aún quería a Sakura, se sentía vacía sin ella, sentía que le faltaba una parte de su corazón pero ya era demasiado tarde. Ya no había nada de aquella omega en el mundo mas que lo que estaba frente a ella, desapareció de entre sus dedos aún cuando había sido su culpa que las cosas se dieran así y eso dolía, hacia llorar a su lobo e incluso a ella que parecía temblar entre lágrimas mientras el cielo parecía nublarse más evitando cualquier entrada del sol.

Lo único que podía hacer ahora es resignarse y aceptar su error, aceptar que no volvería a estar con ella hasta su próxima vida, si es que la diosa de la luna se lo permitía por supuesto. Acarició por última vez la lápida y sonrió con tristeza mientras se levantaba lista para seguir con su vida soportando ese vacío en su pecho pero estaba bien.

Ese era su pequeño castigo y lo aceptaría hasta que pueda volver a ver a Sakura, aún si está llega a esconderse.