Capitulo II

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-Mamá, voy a ir a casa de Conny un rato, quiero ver como están ella y su madre -le dije desde la puerta de la cocina, estaba lavando los platos

-Vale hija, pero ten mucho cuidado, no sabes con quien te puedes encontrar -se acercó y me dió un beso en la mejilla.

Salí de casa y tras 5 minutos andando llegué a su casa, no vivimos muy lejos, unas calles más abajo está mi casa. 

Toqué a la puerta de su casa y me abrió su madre

-Oh, hola Chay, ¿Cómo estás? -Dijo desde la puerta -Pasa pasa -Hizo un hueco para que pudiese pasar

-Estoy bien, ¿y usted?-le di dos besos en la mejilla

-Pues tirando hija, tirando -dijo con un tono cansado- ¿Cómo está tu madre y tu hermana?

-Pues están preocupadas, todavía no sabemos nada de mi padre

-¡Válgame Dios hija! -me tocó el hombro con aspecto reconfortante -Nosotras tampoco sabemos nada de Adam. Venga toma asiento

-Espero que vuelvan pronto -le dije desanimada. Escuche pasos bajando las escaleras y giré mi cabeza

-¡Hola Chay! -dijo mi mejor amiga bajando todavía las escaleras

-Hola Conny -dije acercándome a ella para darle un abrazo y después me senté junto a su madre.

-¿Cómo estás? -dijo ella

-Pues más o menos, ¿Escuchaste los disparos y las bombas esta mañana?

-¡Claro! Como para no escucharlo, la gente está loca, ya no saben qué hacer para no estar aburridos -dijo segura de sí misma -Lo peor es que los que están pegando tiros fuera son los que no fueron a la guerra, los que pagaron mucho dinero para no ir, qué vergüenza… -dijo con tono de enfado

-Tienes razón, pero ahora la policía no puede hacer mucho, la mayoría están pendientes de los robos a las tiendas, cada día que pasa estamos peor, hay menos trabajo y menos dinero 

-Y menos comida -dijo Conny

-Exacto

-Bueno lo que es seguro es que así se consigue más bien poco -dijo su madre

-Se consigue deber más dinero y tener grandes deudas, por no hablar de la subida de impuestos -dije yo

-Que desastre -dijo su madre decepcionada -¿Y quien paga esto? nosotros, los que no tenemos dinero

-Que ruina -dijo Conny -Cada vez suben más los precios de la comida, de la casa, de todo y nos pagan menos, nueve horas en la enfermería curando a la gente para que luego me paguen 100 marcos y el lan cueste 70

-Mi madre y yo estábamos vendiendo los vestidos por 70, la cosa es que ya nadie viene y cada vez estamos peor, con lo que nos dan por el servicio de mi padre no nos da para mucho -dije enfadada

-Desde luego debería darles vergüenza - dijo la madre de Conny

-Bueno, espero que esto acabe pronto, yo me voy a tener que ir ya, no quiero que me asalten los de esta mañana o algunos mucho peores.- dije levantándome del sofá

-Sí, será mejor, a saber que pueden llegar a hacer con una mujer a esas horas de la noche… -dijo la madre de Conny preocupada

-Hasta otro día -abracé a Conny y le di dos besos a su madre

Llegué a casa sin tropezarme con nadie, solo había algunos niños como yo, volvían a casa después de estar jugando un rato en la calle, seguramente aprovecharán también la calma.

Al llegar a casa saludé a mi hermana y a mi madre, hicimos la cena y nos fuimos a dormir.

-A ver si las cosas son más tranquilas mañana - le dije a mi hermana

-Ojalá si 

Nos quedamos dormidas a los pocos minutos.

Aquí tenéis el segundo capítulo, espero que os haya gustado ❤️

Amor entre guerrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora