Capitulo IV

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-¿A ti te han hecho algo en la casa? En la mía me han roto las ventanas con piedras, con suerte nos pilló en el sótano a mis nietos, a mis hijas y a mi -dijo una de las vecinas más mayores del barrio

-Sí, casi echan la puerta abajo, o eso creo. Por lo menos unos buenos porrazos le han dado -Respondió otra vecina

Terminé de comprar cuando ellas seguían hablando

-¿Y en la tuya, Zivit? -Me preguntó la mayor -Ah bueno, tu padre era alemán ¿no?, y católico imagino

-Sí, es alemán, pero se cambió de religión

-Que disparate, por lo menos si ese tal Hitler gana tu y tu hermano estaréis protegidos -dijo la mujer de menos edad

-¿Quién? -Pregunté

-Hitler, ¿no has oído sobre él? - dijo esta vez la mayor

-No, ¿que dice? -dije con preocupación

-Pues dice que toda la culpa de que los alemanes perdieran la guerra somos nosotros, los judíos. -dijo la mayor

-¡Sí!, y que si gobierna nos echará de alemania o algo de eso -dijo la menor

-Pues no sé no oí sobre él, pero si hace lo que dice nos echará como a los demás, a pesar de haber nacido mi padre, mi hermano y yo aquí, Digo yo -le dije segura

-En fin, ten cuidado con ese tal Hitler y con los que lo ayudan -dijo la menor

-Y vosotras -me despedí de ellas y me fui

Me fui a casa con un mal sabor de boca, ¿Qué tiene que ver que nuestro padre sea o no alemán? en estos casos dudo que a ese tal Hitler le importe donde hayamos nacido o no. Otra pregunta que me hago es, si nos pasase algo mientras que mi padre vuelve o no, ¿Los vecinos nos ayudarían? Después de la conversación con las vecinas mayores del barrio lo dudo bastante, y a parte, mi padre siempre ha estado aquí para protegernos, nunca antes se habían quejado de la relación de mis padres, pero ahora que él se fue a la guerra noto tensión hacia nosotros, mi madre también lo nota pero no decimos nada. 

Cuando mi madre vino hace 20 años a Alemania decidió casarse con mi padre ese mismo año, y lo hizo por dos motivos: el primero, se enamoró de él. El segundo por protección.

Un año después de la boda me tuvieron a mi y cuando yo tenía nueve años tuvieron a mi hermano, Levi. Según lo que me han contado mis padres al principio discutían por la religión pero al final mi padre cedió y se cambió, decía que no le importaba que tampoco se lo impusieron en su casa de pequeño, así que le fue fácil.

-Ya llegué mamá -dije cerrando la puerta de la casa

-¿Había mucha gente fuera? -preguntó desde la cocina

-No, solo en la plaza las ancianas del barrio y los comerciantes -le dije yendo hacia la cocina

-Bueno, termino de hacer la comida y comemos

El día acabó rápido, cada uno al caer la noche se fue a su cuarto con la esperanza de que mañana fuese mejor que la mañana anterior.


Aquí tenéis el capítulo 4, espero que os esté gustando está historia, intentaré escribir los capítulos más largos

Amor entre guerrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora