“Cold to the touch but she’s warm as a devil”. (Fría al tacto, pero caliente como un diablo)
Besos, besos y besos. Besos largos, apasionados, mojados, mordidas. Dejaba camino de besos mojados desde mi oreja hasta el valle de los senos y alguna que otra marca que iban a estar unos días conmigo. Frenético. No diría desesperado ni necesitado, sería más como satisfacción y sed de mí. Irónicamente, yo tenía sed de él. De aquellos suaves labios, de aquellos ojos verdes, de aquel olor tan embriagador para mi organismo que no me dejaba pensar con claridad, con aquel toque que me hacia estremecer cada vez más, como si su toque me quemara por completo. Como si mi cuerpo estuviera hecho para el de él y el de él para el mío, como si toda mi vida había estado esperando este momento.
Ropa rasgada, desaliñado y alborotado cabello que había causado en el suyo tras mi obsesión por tirar del mismo y arañar su espalda y a él le parecía encantar, ya que, cada vez que lo hacía gruñía. Sinceramente, no quería que este momento acabara, no por ahora, es como si él me completara, la pieza de mi rompecabezas que había estado buscando.
.
- ¿Dónde habías estado? He estado buscándote Alice. –Dice Mathew en un tono amargo
- Relájate Mat, estaba en muy buenas manos –Dirigí mi mirada a mi acompañante que estaba a unos cuantos metros buscando algunas bebidas, dándole una señal a Mathew para que entendiera que estuve con él. El rizado estaba de espaldas así que no pudo visualizarlo del todo bien.
- ¡¿Estás loca?! –chilló– ¿Te metiste con alguien que ni siquiera debes saber su nombre?
- Eh.. –empecé a decir pensando su nombre, pero no, no encontré respuesta. Había perdido mi virginidad con alguien que ni siquiera le sabia el nombre– No.. Pero el tampoco sabe el mío, dije que me llamaba Alicia. No Alice, dah. –dije con un tono de cómo si fuera lo más lógico del mundo.
Nota personal: No volver a probar ni una gota de bebidas alcohólicas. No te deja pensar con claridad, mucho menos actuar.
- Pero que originalidad genio, Alice… Alicia. ¿No se te ocurrió algo mejor?
- Si papá. –gire los ojos– Mira, tu rubia te busca.
- Es pelirroja.
- Wow, esto sí que hace mal. –me miró incrédulo, dispuesto a salir de ahí– 20 minutos, vale? Tengo un asunto pendiente.
Realmente no sé como él me aguanta tantas gilipolleces.
- Así que, Alicia no? –Me sorprendió ya una conocida voz ronca a mis espaldas. Me giré y lo vi sonreír, su sonrisa no duro mucho porque fue devorado por mis labios, seguido de mi legua unida con la suya en una gran batalla.
*
El tiempo con el misterioso chico de cabello rizado pasa en un abrir y cerrar de ojos, porque cuando menos me percaté estábamos en el baño de mujeres. Yo encima del lavabo y el entre mis piernas. Fuimos interrumpidos, por una sirena <Maldición> dijo él sobre mis labios.
- Tenemos que irnos, rápido.
- ¿Qué pasa? –Respondí recuperando mi compostura, mientras el rápidamente me bajaba de allí y me arrastraba a la fuerza.
- Una pelea –decía mientras caminábamos– Hay que salir de aquí o nos llevaran con ellos.
No entendía nada. Y mucho menos por qué seguía corriendo con él hacia su camioneta, uno.. Era realmente estúpida, dos era parte del alcohol.
Aceleró el paso y sentí que no podía más y me iba a desmayar en ese momento. Lo que me hizo acordar cuando casi me caigo hace unas horas y Mathew me atrapó.
Oh. Por. Dios. ¡MATHEW!
- ¡Espera! –me paré en seco– No puedo irme.
- ¿QUÉ? –exclamó agitado– Tenemos que irnos, si te quedas la policía te llevara.
- ¡No puedo irme! –repetí un poco alterada– Tengo que regresar –Me gire para empezar a correr a dirección contraria pero él me detuvo tomando de mi brazo y llevándome con él.
- ¡¿Qué cojones sucede contigo?! –gritó– Iras al penitenciario si regresas.
- ¡NO ME IMPORTA! –me alteré– No ando sola y no pienso dejar a mi mejor amigo en estas cuando puedo hacer algo.
- ¡Corre!
Me giré y salí corriendo, esta vez el no me detuvo. Pero después de unos segundos sentí como me seguía, efectivamente venía detrás de mí ¿por qué? No lo sé. Space estaba lleno de guardias, policías y hasta bomberos, era un desastre.
Buscaba desesperadamente con la vista a mi amigo, pero no tenia suerte. Me detuve en una esquina para visualizar mejor el panorama. Hasta que por fin lo encontré, unos policías estaban casi arrestándolo pero él se puso a la defensiva.
- ¡MATHEW! –grité llamando su atención y la del policía que quería arrestarlo.
Crucé rápidamente la extensa calle corriendo.
- ¡ALICIA! –volvió a aparecer aquella voz ronca, gritando mi nombre.
Me paré en seco a verlo pero lo último que vi fue una luz que me cegó instantáneamente, después de sentir un dolor que me dejo completamente inconsciente.
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Chains «Harry Styles»
FanfictionLondres, Inglaterra. Alice Tyrell, 16 años. Sentimentalmente relacionada con su profesor de Mitología y Literatura. Descubre el mundo del alcohol, puros y cigarros, pero todo cuestión de una noche. “Ningún hombre merece mis lágrimas”; ¿Qué pasará si...