Chains «Harry Styles»

Capítulo 3: ¿Mathew?

-          ¡ALICIA! –volvió a aparecer aquella voz ronca, gritando mi nombre.

Me paré en seco a verlo pero lo último que vi fue una luz que me cegó instantáneamente, después de sentir un dolor que me dejo completamente inconsciente.

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3 meses después…

                Oscuridad, era todo lo que podía distinguir. Un terrible dolor de cabeza, traté de moverme un poco pero también dolía. Hasta que por fin pude abrir mis ojos, pero todo estaba borroso y el dolor de cabeza que tenia no ayudaba nada, luego aparecieron los sonidos. Hospital. Cuando abrí completamente mis ojos e inspeccioné unas dos veces, donde me encontraba y estaba conectada a un montón de cables que ya me asfixiaban, visualicé a Mathew.

                El estaba al fondo de una gran habitación que en su mayoría era completamente blanca, decorada por unos cuadros. Estaba de pie frente al amplio ventanal, sosteniendo su teléfono al nivel de su oído.

-          ¿Mathew?  –alcancé decir con débil voz. El inmediatamente dirigió su mirada hacia mí, una espontanea sonrisa posó en sus labios mostrando sus perfectos dientes, sus brillantes ojos azules se dilataron al instante que fijo su mirada en mí, nunca los había visto tan brillantes.

-          Santo cielo, al fin despiertas enana. –soltó apenas pudo colgar su llamada e ir dirigiendo hacia mí en largos pasos.

-          Santo cielo es lo que digo yo, ¿Qué carajos pasó y por qué estoy aquí? – Recién despierta y si, lo arrogante no se me quitaría así de fácil, ni porque acabe de despertar aparentemente de un accidente.

-          ¿En serio no recuerdas nada?

-          No, obvio sí. Lo que pasa es que soy tarada y quiero oírlo de ti. –bufé– Por algo te pregunto idiota, obviamente no me acuerdo ni papa de lo que pasó. –el rió.

-          La pelea, policías, Space, tu corriendo, el auto, ¡Boom! Atropellada. –escupió las palabras unas tras otras– ¿Nada? –preguntó al ver mi cara de incredulidad al momento que hablaba.

-          ¿Space? ¿Atropellada? –abrí los ojos como platos, aunque bueno… Todo eso tenía mucho sentido y explicaba mi estado actual– Ok… ¿Hace cuanto tiempo ocurrió todo esto? ¿Ayer? ¿Anoche?

-          Eh... Hace tres meses.

-          Espera, ¿QUÉ? –me senté de golpe en la cama tras escuchar eso, pero lo único que provocó fue más dolor para mi organismo– ¿Y cómo es que no recuerdo nada?

-          Sencillo, prácticamente saliste volando cuando el auto te atropelló y te diste un fuerte golpe en la cabeza, sumando la gran cantidad de alcohol e irresponsablemente te drogaste –frunció el ceño– No en una gran cantidad pero había una pequeña dosis –explicó. Bajé la cabeza en señal de una disculpa – Pensé que recordarías algo pero tienes la cabeza hueca, más de lo que ya pensaba –se carcajeó. El siempre le buscaba el lado positivo a las cosas, amaba eso de el– Superas mis expectativas.