Hace muchos años, en un colegio de Corea, ocurrió algo terrible. El conserje de la institución entraba en los baños para asegurarse de que todo estaba en orden. La escuela había cerrado hace horas y solo quedaba el personal de limpieza. Fue entonces cuando descubrió, en el último cubículo de la habitación, el cuerpo sin vida de la mujer encargada de limpiar aquel lugar.
La escena era horrible. Toda ella estaba bañada en sangre, tenía marcas de mordidas por todas partes y le faltaban trozos de la cara; como si alguien, o más bien algo, hubiese tratado de devorarla.
Aterrado, el conserje llamó a las autoridades y no tardó en llevarse a cabo una investigación sobre el asesinato. No obstante jamás pudieron ocultar al culpable.
Con el paso del tiempo, aquel crimen se convirtió en una leyenda entre los alumnos del colegio. Los mayores la contaban para asustar a los más jóvenes, y ya no se sabía que era verdad y que no...
Taeyang entró en el baño vacío del tercer piso, aprovechando que el resto del alumnado estaba entretenido con el festival escolar. Hace un rato que había estado hablando con sus amigos sobre el Gwishin (fantasma o espíritu) que supuestamente aparecía en los baños. Envalentonado por las burlas de sus colegas, el muchacho decidió averiguar por si mismo si las leyendas eran ciertas.
Primero se aseguró de estar completamente solo. Luego, le echó el cerrojo a la puerta. Fue hasta el último cubículo, se encerró y esbozó una sonrisa burlona.
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Historias de terror y leyedas
HorrorLEYENDAS DE MIEDO QUE NO SE PUEDE RESISTIR ASAT AY JAPONESAS TAMBIEN