𝙧𝙤𝙤𝙢𝙞𝙚𝙨 | kookmin au

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—Hola, soy Park Jimin —dijo al chico parado desde el otro lado de la puerta. Alto, buena figura y buen rostro, pero una mala personalidad. Se lo cruzaba continuamente en el campus, era inevitable, para su pesar, no terminar con los ojos en él—. El chico con el que hablaste ayer.

—El amigo de Taehyung —abrevió de mala gana. "Ni eso" pensó Jimin—. Yo soy Jeon Jungkook, capaz me tenés de alguna clase o el campus.

Jeongguk le extendió una mano que Jimin estrechó y se hizo a un lado para que pudiera pasar.

—Sí, te tengo de cara.

—Yo a vos también.

No tenían demasiado de qué hablar.

Le dio un mini recorrido por el piso, que de inicio contaba con un amplio ambiente de living y cocina, bastante más moderno y pulcro de lo que Jimin esperaba encontrar, Jeon parecía ser muy ordenado y limpio. Para el lado de la cocina, había ventanal al balcón, que tenía una vista bonita a la ciudad, y en medio del ambiente, un pasillo con una puerta al final y dos enfrentadas a los costados.

—La del final es el baño, no es muy grande pero safa —Luego señaló a una de las otras dos habitaciones—. Esta es la mía, la del frente es la sobrante. Las dos son iguales.

—¿Puedo? —preguntó, tomando el picaporte. Jeongguk levantó los hombros y Jimin entró. Estaba vacía, solo con una cama y un armario de pared, pero era lo suficientemente grande para poner sus cosas. Tenía curiosidad mortal de ver la otra, pero se abstenía a preguntar.

Para su disgusto, el piso era completamente lo que estaba buscando. No encontraría otro departamento a ese precio por la zona, estaba ubicado cerca de la facultad y era tan acojedora que podría enamorarse de vivir allí.

El problema era el compañero.

—Bien, me gusta mucho —aclaró Jimin, y casi sin pensarlo sinceró—. Pero hablemos de nosotros, por convivencia.

Al escucharlo, Jeongguk levantó una de las comisuras de sus labios y se acercó a Jimin, a quien le pareció extraño el gesto. Tenía las manos en los bolsillos de sus joggins negros, colocando su peso en una sola pierna.

—¿Qué querés saber? ¿si estoy soltero? —Okey, le estaba coqueteando, golpe bajo para el ego de Jimin. No se sorprendía que sus sospechas acerca de Jeon eran acertadas y él de verdad era un pelotudo. No lo dejaría pasar en otro contexto, pero quería quedararse en el departamento.

—No, ¿no pensás que es inapropiado coquetear con tu posible compañero?

—Si te quedás, sí. Sino, no pierdo nada —respondió y a Jimin se le escapó un suspiro frustrado.

—Bueno, pienso quedarme. Y por eso necesito que hablemos de la convivencia.

—Y la seguís con eso, ¿qué necesitas saber?

—Tus hábitos, manías, fetiches, lo que sea. Quién limpia, quién cocina, quién lava la ropa, quién hace las compras. Lo básico para que podamos vivir bien, juntos.

—Mirá —empezó Jeongguk—, lo voy a decir solo una vez. Este mi departamento, vos sos el que viene a vivir en él. No me importan los hábitos, manías o fetiches que puedas tener, hacé lo que quieras. Y por lo tanto déjame hacer lo que quiera —Jimin tragó saliva, estático—. Yo limpio lo mío, cocino lo mío, lavo mi ropa y hago mis compras. Vos manejate. No te metas en mis asuntos y vamos a convivir bien, te lo aseguro.