No tardaron mucho las malas lenguas en objetar aquella relación inadecuada, decian, para alguien de su status.
Thor los dejó pasar las primeras veces, seguro de que los rumores se apagarían en cuanto aceptaran la naturaleza de su relación que nada tenía de inesperada pero no fue así.En cuanto la sutil amenaza de cortar la cabeza de sus detractores comenzó a proclamarse se detuvieron en seco los rumores y comenzaron las alabanzas a aquel que el corazón del Padre de todo habia conquistado.
Fue tan aceptado al fin de cuentas y tan temido después de ver el proceso a Geirrodur, que nadie se había atrevido a hacer la pregunta mas directa al soberano.
Fue Heimdall al fin de cuentas, el único que no les temía, el que se hizo un tiempo libre entre sus muchas tareas para acercarse al par y hacerles el cuestionamiento.
- Estoy feliz como todos de que hayan llevado su relación al siguiente nivel, pueden mostrarse al público haciendo lo que les venga en gana, a fin de cuentas son adultos los dos pero ¿quién va a heredar todo esto al final? ¿quién será el Protector de los nueve mundos cuando ya no seas capaz de llevar ese título con honor?
Al principio, Thor se mantuvo férreo a su idea de no dejarse arrastrar a un matrimonio falso pero fue Loki el que lo convenció de hacer lo correcto. Aunque sufrió una vez más por ello, decidió hacer el esfuerzo de llevar el hijo de ambos en su vientre, transformando la mitad de su cuerpo el tiempo suficiente para concebirlo y darlo a luz.
Por supuesto que exigió que el nacimiento se produjera dentro de un matrimonio oficial para darle al vástago la legitimidad que merecía. Thor lo llevó entonces frente al pueblo, el Consejo y los altos dignatarios de los otros mundos y lo convirtió en su consorte y Loki se volvió su igual, su otra mitad, su consejero principal, su apoyo incondicional y su amor entero.
Como siempre había querido.
ESTÁS LEYENDO
El maestro
FanfictionLoki es llamado por Odin para hacerse cargo de la educación de su primogénito pero el afecto que éste le profesa a su maestro no hace más que aumentar con el tiempo hasta volverse un amor prohibido.