11❄️

463 88 53
                                    

❄️La manera en la que tus ojos reviven mi alma es único...















La temperatura de él lugar se elevó y la naturaleza conspiró con una fuerte lluvia. Los besos en el cuello, repartidos por Saint hacían su piel erizar en un sexy complot con su cara,la cual inhala gustosos en el arco de él cuello de su amante.

Aún sentía la profundidad de Saint en su miembro, por un momento se pensó incapas de tomar su cuerpo, pero el solo rozar su piel e incendiar sus labios lo hizo no parar de tocar aquel cuerpo.

Sabía que iba a pasar, y se moría con cada toque de sus manos, cada rose de estas por su garganta, por cada beso sobre sus costillas, se retorcía gustoso con una enorme sonrisa, pues había sido buen docente.

Al parecer el alumno había entendido la lección.

Los labios de Saint se encargaban de darle placer a sus pezones mientras le regalaba miradas de placer, coordinadas con leves momentos en que Perth se permitía cerrar los ojos y lamer sus propios labios, casi saboreando el cielo.

Las suaves manos de Saint se colocaron sobre su cuello justo sobre la manzana de adán causando que Perth abriera los ojos sorprendido.
Mientras sentía el roce delicado de la nariz de Saint bajar lento, con la respiración caliente golpeando su abdomen, con rumbo hacia el sur de su cuerpo, lamiendo el contorno de su ombligo.

Hasta llegar a la punta de su aún erecto miembro, retiro el condon en el. Y dispuso de sus gruesos muslos internos a como se le dio la gana, causando una increíble sensación de hormigueo bajo su vientre agitando cual carrera su respiración, creando así los primeros gemidos profundos.

Era un escandaloso por excelencia. Cuando el placer le nublaba el juicio.

Hermosos cardenales rojos fueron dejados en sus muslos, mientras su lengua curiosa se deslizaba por los testículos de él moreno, entre cortando con esta acción su respiración y el ritmo de los gemidos se hacían más gozosos.

Recorrió cuál paleta de frutos rojos la longitud de él miembro de Tanapon, inclusive rodeo su anchura con la lengua, hasta llegar a la punta y llenarse la boca con el, saboreando de la punta hasta la base así como de regreso a la misma, salivandolo perfectamente y a una velocidad deliciosa, seguida de gemidos ahogados por el miembro en su boca.

Sacó de su boca aquel jugoso, pedazo de carne y fijo los ojos en las caderas de Perth que al estar de piernas abiertas las dejaba expuestas.

Atacando esa zona, con besos y mordidas hasta dejarla marcada, como respuesta, su amante debajo de él clavo sus dedos en sus pálidos hombros dejando marcas, de ellos, era obvio que al estar algún día sin camisa lo notaría de inmediato quien lo tuviese de frente.

Pero eso ahora no importaba.

Perth ladeo la cabeza y curvó la parte baja de sus caderas al tiempo que el mismo tiraba de sus lacios cabellos.

Saint había metido, el primer dedo ensalivado en su entrada, mientras el divagaba en su espalda pálida, y las marcas que había dejado con sus dedos en el hombro de él castaño.

Jadeos profundos se filtraron de la garganta de él moreno, quien no paraba de lamer sus gruesos labios inferiores jalando aire a grandes cantidades.

_Ah.. Ah.. Ah.. - gemia con cada intromisión de él primer dedo, en su interior, mientras recibía pequeños piquitos cerca de su ombligo, cortesía de saint.

-lo.. Lo hago bien?.. - pregunto el castaño.

Su respuesta fue otro profundo gemido y el acceso a un segundo dedo.

✧*  INVIERNO ✧*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora