PROLOGO

1K 85 0
                                    

Recordar cómo había comenzado todo, solo era una manera de atormentarma minuto a minuto; recapitular las desgracias jamás fue un buen ejercicio para buscar tranquilidad.

Aprendí a vivir con ello, a enterrar en el pasado mi historia y a enfocarme en encontrar un nuevo rumbo o sentido a mi vida dentro de un mundo jodido.

Pronto los ecos de mi pasado se quedaron callados y ya sabía cómo ignorar los gritos feroces de mi corazón destrozado; pensé en rendirme, dejar todo y abandonar lo poco que me quedaba, pero después de todo no tenía el valor para hacerlo.

Y si no tenía el valor para eso, entonces tendría que aprender a vivir de nuevo, empezar desde cero y aguantar todo lo que una vida con este virus implicaba. Violencia, miedo, sufrimiento y muerte.

Tal vez estaba en mi destino ser una simple humana existiendo, sin tener aunque sea la fuerza de anhelo suficiente para convertirme en un maldito monstruo; lo único que sabía hacer era curar personas.

Estudié medicina por enojo, ira y repulsión a las personas que ejercían de ello, había crecido con el estúpido ideal de que alguien como yo cambiaría un sistema negligente y podrido, pero no sabía que al mismo tiempo terminaría pudriéndome con el sin darme cuenta.

Y ahora estaba ahí, en medio de una letal pandemia, cooperando con lo poco o mucho que sabía hacer; estaba siendo una doctora tal cual había soñado, había cumplido mi sueño y aún así nada había cambiado o importado.

Había caído dentro de la peor cárcel psicológica, la rutina.

¡Hey! Batter •| Chan Young |• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora