Peleas

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-Entiéndelo! Eres insuficiente -gritaba Colombia- por una puta vez, déjame ayudarte -agarró el brazo del venezolano

-tú eres el único idiota que no entiende, NO quiero la ayuda del mamaguevo de Usa, el estúpido solo ve en mi petroleo -forcejeaba el agarre del más alto, finas lágrimas rodaban por sus mejillas

-si hago esto es por que me importas, de lo contrario no haría nada -vio como el contrario se soltó de su agarre 

-para mi es mejor que no hagas nada, nadie pidió tu maldita ayuda, y yo no te importo JAMAS TE IMPORTE -gritó el venezolano derrumbándose en lágrimas, cayó al piso abrazándose a si mismo- Lárgate! Te odio

Sin mencionar nada el colombiano abandono la sala, por muy adentro odiaba esas peleas que de poco a poco de volvían diarias, tomo sus llaves y salio de la casa. Por parte del venezolano estaba tumbado en el piso llorando, repitiéndose la misma pregunta

¿Qué hice para merecer esto?

Con algo de fuerza se levanto y se fue a su cuarto, en el camino vio una habitación semiabierta, se preocupo al verla ¿Él estaba aquí?
La abrió lentamente dejando ver un bulto sobre la cama

-¿Ecu? ¿Estas aquí? -preguntó aun desde la puerta

-Vene... sí estoy aquí -habló en voz baja el ecuatoriano

-oh esta bien, cualquier cosa estoy en mi habitación -acarició encima de las mantas y se fue, llegó a su habitación derrumbándose nuevamente en llantos

Con el ecuatoriano, fue una larga historia, él solo quería llegar saludar a sus hermanos y pasarla bien, que lástima que lo primero que oyó fueron gritos y cosas rompiéndose, no le asusto tanto ya que sabía que estaban en sus peleas, pero siempre lo ponían triste, esto se estaba volviendo tan rutinario, y ser tú el que tenga que detenerlo para que no lleguen a golpes
Sinceramente ya estaba hartando de esto, a este paso quería irse a vivir con Perú, pero tampoco quería dejarlos solos, era un dilema total

Se levanto pesadamente, fue a la cocina por un vaso de jugo, paso por los platos rotos y se sirvió, abrumado va a la terraza y se apoya al borde, pensaba una y otra vez como arreglar su situación, vio hacia abajo, Colombia llego

Salio del lugar donde estaba y fue directamente donde él

-Colo... -hablo suave llamando la atención del más alto

-oh, Ecu, ¿Qué paso? -Colombia no necesitaba una respuesta, sabía que él los había escuchado

-Dime... ¿Cuando parara este horrible tormento? -empezó a llorar, un fuerte dolor en el pecho se hizo presente, el colombiano viendolo de esa manera lo abrazó

-Perdóname, no quise meterte en esto, pero los desacuerdos que tengo con Venezuela me llevan a discutir con él -abrazó más fuerte al pequeño, lo que más le disgustaba era verlo sufrir por algo que no hizo

-sera mejor que vayas con Vene, él esta peor que yo, iré con Perú, volveré mañana, adiós -el ecuatoriano salió con las ultimas fuerzas que tenia, cerrando la puerta cayo ahí mismo, intentándose calma corrió a la casa del peruano

-ya voy -se escuchó del otro lado- ¿¿¡Ecuador!?? -sin más que decir sintió como el menor se aferraba a él, sabia perfectamente lo que ocurría, no era la primera vez- ven entra

Cuando se sentaron el el sillón de la sala, el ecuatoriano lo abrazaba desesperadamente, Perú no tuvo más remedió, con palmadas en la espalda esperó que terminara de desahogarse

EN LA CASA DE LOS TRICOLOR

Ahí estaba Colombia, parado en frente de la habitación del venezolano, no tenia las palabras con las cuales comenzar, cuando por fin se decidió toco la puerta, pero nadie respondió, volvió a tocarla aun más fuerte dándole el mismo resultado, al colombiano se le hizo exasperante, abrió la puerta sin más

-Vene... -se acerco rápidamente al mencionado, pudo ver como tenia rasguños por todos sus brazos y sus manos estaban golpeadas, su ropa estaba un poco rasgada- Vene, levántate, vamos -no respondía, su cabeza tenia una marca ligera de sangre, abrazo al cuerpo inconsciente

-Colo... perdón... perdóname -hablo en voz baja mientras lágrimas salían sin control 

Abrazó fuertemente, la culpa lo invadia completamente, pasaron así un largo tiempo, hasta que sus corazones podían palpitar tranquilos

-Odio tener que sufrir esto, ya no quiero estar aquí, ya no quiero sufrir más -mostraba una sonrisa triste, Venezuela ya no aguantaba más, queria volver a sentir paz

-no digas eso, saldrás de eso, solo ten fe en ti mismo, por favor, solo... -aferraba más el cuerpo del venezolano hacia él

-no Colombia, ya no más -interrumpió sonriendo una vez más, se dejo caer en los brazos del mayor quedando completamente dormido

-saldremos juntos de esto, no quiero perderte, no lo haré

Okey, quise hacerlo más violento, pero no me salio así que a medias, son como los pocos días que ocurre esto, las peleas que siempre tienen normalmente o terminan peor o terminan normal, al final siempre se arreglan, esto puede llegar al punto de ser toxico

Ya no tengo ideas para este libro
( •_•)

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