Capítulo 7

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—No tardaré en llegar, dame cinco minutos —colgó Lena.

Se había duchado nada más llegar a casa después de la playa, pero se entretuvo bajo el agua -sexualmente hablando-. Hacía meses que nadie la tocaba y recordar a Kara en bikini era de lo más excitante. Ver su vientre marcado, su bíceps tonificado y su espalda trabajado hacía que las hormonas de la CEO revolcasen hasta las nubes. Y no era difícil imaginarse a Kara ya que compartían mucho tiempo juntas.

James y Kara paseaban y hablaban tranquilamente sobre el nuevo trabajo de guardián y sus próximos proyectos. Le impresionó que hubiese sacado tiempo de todo el trabajo que tenía. ¿Tanto trabajo y pedir vacaciones al borde del colapso? Algo no cuadraba y Kara preguntó sin rodeos.

—¿Por qué vuelves aquí?

—Ya te lo he dicho.

—James, veo lo agobiado que estás... No me digas que es para despejarte cuando la mitad de tu mente lo tienes allí en Calvin Town —alzó la ceja—. ¿Por qué no me lo dices?

—Tienes razón, me has pillado —sonrió—. La verdad es que echaba de menos a Lena.

Y lo que temía que pasara, pasó. Kara respiró hondo sin mostrar ningún afecto. Se quedó en silencio mientras miraba a Krypto.

—Sí, sé que es una locura... Pero quería de verdad a Lena. Nunca quise que esto acabara así.

—Supongo que lo siento.

—¿Por qué? —preguntó James confuso.

—Porque, en parte, es culpa mía, por lo de Supergirl, ya sabes...

—Oh, no —negó con la cabeza—. Nada de eso, Kara. Creo que no fue nuestro momento, ya sabes —Kara se encogió de hombros—. ¿Está conociendo a alguien?

—No soy quién para contestar a eso.

—Venga, Kara. Somos amigos —le golpeó el hombro—. Dime solo si estoy perdiendo el tiempo o no.

Antes de que pudiera contestar, Lena apareció al otro extremo del parque agitando la mano. Krypto fue corriendo tras ella y se abalanzó hasta tirar a Lena al suelo. Kara abrió los ojos y usó su super velocidad para ver si estaba bien.

—Acabo de ducharme, deja de lamer —comenzó a reírse tirada en el suelo.

—Por Rao, ¿estás bien? —cogió a Lena, pero lo hizo con tanta fuerza que chocó con su pecho que Lena tuvo que frenarla con sus manos—. Lo siento.

—Estoy bien —acarició hasta sus hombros con una sonrisa de lado.

—¿Estás bien? —apareció James por detrás.

—Sí, es lo común de este bicho; tirar a las personas o tirarme siempre a mi —comenzó Lena a reírse recordando la playa.

James volvió a contar lo que estuvo haciendo durante todo este tiempo, pero esta vez a Lena. Kara se disculpó porque sentía algo raro -celos- y no quería verlos, así que se fue con Krypto. Entre la risa de James y sonrisa de Lena parecía que Kara había tomado una mala decisión; los había juntado. Y temía que quedaran después. Más veces. Y que al final llegue a ser reemplazable.

El perro ladró sacándole de sus pensamientos y Kara lo miró. Acarició su cabeza y lanzó la pelota tan fuerte que paró en la cara de alguien. La rubia se tapó la boca con culpa y, acto seguido, corrió para ver si la otra persona estaba bien; y estaba llorando.

—Cuanto lo siento, no era mi intención.

—No se preocupe —giró su cabeza.

—¿Cassandra? ¿Estás bien? —Kara observó que era su "amiga" -o como ella lo llamaba: amigas de parque-.

Una pareja de tres | Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora