Capítulo 3

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 Esta mañana al entrar al instituto, me sentía más rara que nunca. Hoy me tocaba biología, a penúltima hora. Hoy quería sentarme en el fondo, lejos de Leo...

 Pasaron cinco horas de clases y fuí a mi clase de biología. Hoy haríamos mezclas por parejas. Leo estaba en el fondo. Y sin nadie a su lado, ése, ése era el único sitio que quedaba para poder sentarme.

 - Hola

- ... hola...

- Siento lo de ayer...

- ¿Por...? No fue culpa tuya... o sí...

 Leo me giró la cara con su mano, con mucha suavidad, y me dijo:

- Mírame a los ojos. No lo sé... no se si fue mi culpa, y creo que no, pero quizas te avergonze y si no yo, quizás mis amigos. Pero el caso es... que lo siento.

- Vale. Y no te precupes, yo estaba... estoy bien. Tranquilo.

 Me sentía muy incómoda, no quería estar a su lado. De vez en cuando giraba un poco la cabeza y me miraba de reojo, sin embargo, si hablábamos, era porque teníamos que hablar del ejercicio. No me gustó nada estar a su lado.

 Última hora, clase de música. Me senté al lado de Lena, de mis 'amigas de verdad', ella era con la que solía hablar más de chicos. Ella es una chica un poco rara podría parecer una chica tímida y mimada, pero os aseguro que es todo lo contrario. Suele ser muy atrevida, graciosa y tiene un gran sentido de la moda. Le encantan las clases de arte y las de música. 

- ¿Que tal ha ido el día?

- ... pues muy bien, normal.

 Luego empezamos a reír y a hablar de nuestras cosas.

Hoy volví sola a casa y me tuve que encargar toda la tarde de mi hermano, ya que Cristina, la novia de mi padre tenía una reunion de trabajo y llegaría tarde a casa, y mi padre suele llegar a la hora de la cena. Hice unos espaguetis a la carbonara para cenar que me quedaron un poco crudos y a descansar todo el finde, hasta el lunes.

 Mi padre llegó a las 20:00 y Cristina sobre las 22:00. Me fuí a dormir tarde. No tenía sueño.

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