Capítulo 8

3 0 0
                                    

 El domingo que estabamos todos en casa, invité a Leo a comer.

 - Así que has invitado a un chico a comer ¿eeh? - me dijo mi padre riendo.

 - Papá... es sólo un amigo...

 - ¡Tara tiene novio! ¡Tara tiene novio! ¡Tara tiene novio! - decía Martin todo el tiempo.

 - Basta Martin, no kolestes a tu hermana... - me apoyó Cristina.

 - Ella no ha dicho que sea su novio - dijo papá guiñandóle un ojo y Martin se río. 

 Sonó el timbre, fuí corriendo a abrir. Y ahí estaba, Leo la esperaba con un ramo de flores.

 - Hola. Esto es para tí - dijó Leo dandóle el ramo.

 - Oh, gracias. Son muy bonitas - le dijé dandóle dos besos.

 Lo llevé a la cocina.

 - Este es mi padre, esta es Cristina y este es mi hermano Martin.

 - Hola, con mucho gusto, jovencito - le saludó mi padre.

 - Hola ¿cómo va todo? - le dijo Cris.

 - Eh, tu eres el chico ese tan simpatico de la moto - dijo muy contento mi hermano.

 - Así es granujilla - le dijo Leo acariciandole el pelo.

 - Bueno... nosotros salimos al jardín,vale? - dije yo a mis padres.

 - Muy bien, comeremos fuera. - dijo mi padre.

 Salimos fuera y nos sentamos en la mesa:

 - Esto es muy raro... - dijo Leo.

 - Ya, ya lo sé. Pero somos así- dije riendo.

 - Tu hermano me cae bien, y tu padre.. bueno... supongo que como todos los suegros...

 - Ya. Bueno...

 - ¡Incluso tenéis perro!

 - ¡Si! Nuestro querido Fito, el mejor amigo de Martin, se podría decir... - dije volviendo a reír.

 Martin entro corriendo al jardín y dijo:

 - ¿Vienes a jugar con el avión? - le preguntó a Leo.

 - ¡Claro! - Ahora vuelvo - me dijo guiñandome un ojo.

 - Vale -dije sonríendo.

 Todo el rato jugaban juntos y se reían, era tan mono... Dudo encontrar otro chico cómo él en este mundo, y de vez en cuando me miraba y sonreía...

Terminaron de jugar y vinieron a la mesa:

 - Me caes muy bien. ¿Eres el novio de Tara? A mí me gustaría que lo fueras - le decía Martin a Leo, todos nos reíamos.

 - Pues, no se, algo así, preguntasélo a tu hermana - dijo Leo riendo.

 - Quizas, más o menos, se podría decir que sí - dije yo.

 - ¿Pero os besáis? ¿Y os casaréis algun día? - dijo él serio.

 Nosotros dos nos reímos, y entonces, el me cogió y me beso.

 - ¡Vaya! ¡Que asco! ¡Ya no hace falta que me respondais! ¡Sois casi tan raros cómo los adultos! - dijo mi hermano gritando con cara de asco.

 Ahora si que no podíamos parar de reír.

 - Cuando tu tengas novia también lo harás y te gustará mucho y también serás tan guay como yo, sobretodo si tienes la suerte de encontar una novia tan guapa como tu hermana:').

 Martin se quedo mirandonos con cara de asombro y se puso a reír. No podía entendernos. Sin embargo, me había dado cuenta de que ahora había aprendido mucho de Leo, mi vida ya tenía sentido, ahora empezaba a ser una vida mas o menos "maravillosa" i mas normal. Una vida con sentido y maravillosa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

InvisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora