"Reloj de Arena"

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¿Que había pasado?... la pregunta que Carol se realizo.

Cookie: Estoy bien hermana, no te preocupes.
Carol: ¿Segura?, te vez algo... rara.

Cookie: Creo que a veces las cosas no ocurren como uno quisiera.
Carol: Hablaste con él ¿cierto?.
Cookie: Si...
Carol: Pues ¿que te dijo?.

Cookie: Nada que pueda decir por ahora Carol...

Carol: Cookie...

Lejos de ahí, un chico deambulaba por las calles, no sabía a dónde caminar pues todo era un campo minado ahora... quizás no fuera la mejor opción, quizás debió pensar las cosas o tal vez, en verdad hizo lo correcto...

Lincoln: Quizás debi haber pensado mejor las cosas, pero merecía la verdad después de todo... ¿Ahora a donde voy?.

Muchas ideas se asomaban en su mente, pero no podía concentrarse en ninguna, aún sentía el sentimiento de culpa mezclada con un alivio... un extraño sentimiento que experimentar por la mañana...

Observo de nuevo ese lugar... donde entre ellos dos todo había comenzado...

Lincoln: ¿Es irónico eh?. Llegue donde todo comenzó...

Era aquel parque, aquel que había sido el escenario de tantas experiencias...

Lincoln: No estaría mal...

El día pasaba y las nubes sobre él describían una historia entre sus ojos, algo confusa pero significante.

Lincoln: A caso... ¿en verdad estoy solo?...

Del otro lado de la ciudad las chicas platicaban, Cookie simplemente dijo que Lincoln tenía algo que hacer y se fue en la mañana, una sospecho algo, pero guardo silencio, como siempre...

Las cosas transcurrían tan rápido para sus ojos algo no le dejaba tranquilo, la idea de haber arruinado todo... pero viviría una mentira si no lo hubiera dicho...

Lincoln: ¡Que mierda debo hacer! Ahh, Dios si existes ¿hay algo?, ¿qué debo hacer?...

Suspiro en silencio...

Lincoln: Algunas veces... me gustaría que existiera... la verdad que si, todo sería más fácil...

Lincoln: ¿Tengo si quiera a alguien?¿a quien le pido consejo?... ¡Ahg!¡maldición!.

Y como si hubiera sido una epifanía...

Lincoln: El abuelo...

Corrió desesperadamente a una parada, era lo último que le quedaba y subió al autobús...

El paisaje era algo lúgubre, pensó mientras veía el camino, apoyo su cabeza contra el vidrio, el suave movimiento del bus lo estaba durmiendo, hasta que el frenar de las ruedas lo vuelve a despertar... ya había llegado.

Lincoln: ¿Abuelo?.
Albert: ¿Lincoln?, ¡hola hijo! ¡Es un gusto verte de nuevo!.

Un repentino abrazo lo envolvió, uno que necesitaba ya hace tiempo.

Lincoln: Gracias abuelo, también te extrañé.

Albert: ¿Gracias porque hijo?.
Lincoln: Por nada, je.
Albert: Gracia por venir a visitarme, ya hace tiempo que no sabia nada de ustedes, desde aquella pelea.

Punto de quiebreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora