PHOTOGRAPHS

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—Recuérdame por qué estoy aquí.

—Porque no entiendo literatura.

—Y, ¿por qué no entiendes literatura?

—Porque todo lo relacionado a ella me suena a chino.

—... Pero tú sabes chino.

—¡Ay, Bakugo, que es una expresión! ¿Me vas a ayudar o se lo pido a Iida?

—Que sí, pesado. Anda, saca los libros.

• • • • •

Y Bakugo vio la luz.
Tenía que abrirle el cerebro a Kirishima.
Sí.
Tenía que abrirlo, sacarle esa cosa que le impedía pensar y a lo mejor así podría tener el intelecto de un adolescente normal.

—Oye, pelos de mierda, ¿tienes unas tijeras por ahí?

—Claro, ahí mismo las tienes.

—Vale, ahora trae tu cabeza.

—¿¡Qué?! ¡¡No!!

—Entonces, ¿¡cómo mierda quieres que te haga entender esta maldita página si no me dejas investigar por qué eres tan estúpido!? ¿¡Tienes alguna idea mejor?!

—¡Seguro que encontramos alguna que no implique abrirle la cabeza a alguien!

—¡Si es que eres tonto! ¿¡Cómo demonios no puedes entender esto?! Te lo he explicado hasta en español, que lo entiendes más que tú propia lengua y sigues sin enterarte de una mierda.

—¡Ya te he dicho que lo siento! No soy nada bueno con estas cosas.

—¡Que tú lo sientas no va a hacer que comprendas esta gilipollez, Kirishima! — Echó su cabeza para atrás con frustración, estaba bastante enfadado, hasta que algo captó su atención. —Oye, ¿y esa mierda de ahí?

—¿De qué hablas?

—Ahí, imbécil. — Señaló con el dedo a la estantería del pelirrojo, donde sus ojos habían localizado dos objetos, como libros. —No recuerdo haber visto eso antes.

—Porque lo único que haces es venir, explicarme cosas, ver que no lo entiendo y golpearme. Eso está ahí desde hace tiempo.

—¿Te estás leyendo algún libro o algo? — Se levantó dispuesto a curiosear.

—¡Son álbumes, Bakugo! ¿Nunca has tenido un álbum de fotos?

—Ah, ya, esas mierdas. Claro que tengo, hay en mi casa tres o cuatro de ellos, y todos son fotos mías.

—Podrías traerlos algún día.

—Sí, claro. ¿Tú traerías alguno tuyo de cuando eras bebé?

—¡Claro! ¿Intercambiamos álbumes?

—Olvídalo. — Cogió el primero de ellos, en cuya portada había una etiqueta pegada, donde "Bakusquad" estaba escrito en rotulador rojo.

Empezó a ojear toda la carpeta.
Habían fotos del grupo cuando salían a veces.
En alguna estaba Deku, o algún otro de la clase A.
Incluso habían de toda la clase: el festival deportivo de hace seis meses, las Olimpiadas matemáticas, partidos de su equipo de baloncesto...

Cuando se dio cuenta de que había acabado de fisgar por todo el álbum, se dispuso a hacer lo mismo con el otro encontrándose una sorpresa.
La portada era similar a la del primero; solo que en la etiqueta esta vez ponía "Blasty <3"
Poco tardó en darse cuenta de que en la mayoría de fotos aparecía él mismo, con Kirishima en alguna de ellas.

—¿Tienes un álbum lleno de fotos mías?

—No es solo de ti. Yo salgo en unas cuantas. — Respondió el otro sin volverse a mirarlo, con la vista en el libro frente a él.

—Sí, pero la mayoría soy yo. Que por cierto, yo no recuerdo haberte dejado tomarme ninguna, no tienes mi permiso para tenerlas.

—Solo las voy a ver yo y yo te veo todos los días, ¿qué más da?

Quedaron en silencio unos segundos, Bakugo seguía hojeando las páginas, echando una rápida mirada a cada foto, dándose cuenta de que habían pequeños corazones rojos en los bordes, alrededor de las fotos...
Y se notaba que no eran parte del álbum. Esos corazones eran algo deformes.

—Cuántos corazones hay, ¿no? ¿Tanto cariño me tienes, o es que te gusto?
—preguntó dejando escapar una risa burlona.

Por primera vez, Kirishima se giró para enfrentar la mirada de Bakugo —que al ver que Eijiro no dio respuesta levantó la visita del álbum— con el rostro más serio que había mostrado en su vida.

Entendió que el pelirrojo no iba a suavizar su expresión, por lo que Katsuki dejó de sonreír por el comentario salido de sus labios y conectó sus ojos con los ajenos por cinco segundos.

—..... ¿Quieres que haga como que no he dicho nada?

—Sí, por favor. — Y volvió a centrar su vista al frente.

El cenizo optó por darse la vuelta, aún con el álbum en las manos, en completo silencio.

—... O-oye, Bakugo. —tartamudeó Kirishima, sin volverse.

—Qué.

—Creo que ya entiendo esto...

Bakugo sonrió, y volvió su cabeza hacia Eijiro.

—Ya era hora, idiota.

• • • • •

Esto es muy kk jkdjak pero no deja de gustarme.

En fin, ¡bienvenidos a la Kiribaku week! , espero que os gustara este primer día.

No sé qué más decir ksjdsj así que nos vemos en el siguiente one-shot ♡

Love ya, idiot | Kiribaku week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora