—Lo sentimos mucho, hijo. — Seguía disculpándose Masaru.
Katsuki tenía una expresión neutral, los ojos bien abiertos y sus labios cerrados en una línea.
—Deja de pedir perdón, me pones nerviosa. — Mitsuki suspiró y se arrodilló junto a su marido frente al cenizo menor. —Mira, mocoso, te prometo que la próxima vez estaremos pegados a ti todo el tiempo, pero de verdad que no podemos este año...
—No necesito tantas explicaciones. —interrumpió el pequeño. —Es vuestro trabajo y punto, ¿no? De todas formas tampoco es que me importara demasiado mañana, es solo un estúpido día más. —dijo quitándole importancia al asunto.
Cuando en realidad era todo lo contrario.
—Entonces, ¿lo entiendes? —preguntó su padre.
No. No lo entendía.
No entendía por qué tenían trabajo mañana, siendo sábado.
Tampoco por qué tenían que estar fuera todo el día hasta la noche, muy tarde.
No entendía por qué mañana, en su cumpleaños, tendría que despertarse solo, desayunar solo, pasar la mañana y la tarde solo y acostarse en la cama, mirar al techo y decirse a sí mismo "Feliz cumpleaños" como si estuviera solo en el mundo.¿Si lo entendía? Pues no.
Pero tenía que hacerlo.—Pues claro, ¿que creías: que me pondría a llorar o algo así? Dejad de decir estupideces y marchaos de una vez, llegaréis tarde. —contestó Bakugo cruzándose de brazos.
Su progenitora miró sus ojos y suspiró. Posó la mano en su hombro y le dijo: —El año que viene será la mejor fiesta de todos los tiempos, ¿vale? — Y acarició su puntiagudo cabello para luego levantarse y dirigirse a la puerta, seguida de Masaru.
Le dieron una última mirada y se fueron. Pasaron unos segundos y Katsuki seguía parado frente a la puerta, oyendo el coche de sus padres cada vez menos.
—Mierda.
• • • • •
Abrió sus ojos y miró el despertador de su Mesilla de noche. Las 9:00 AM. Suspiró. Se despidió de sus sábanas estirando su cuerpo y se levantó, dirigiéndose al baño para lavar sus dientes directamente, no tenía ganas de desayunar.
Pasó un rato, y se aburría tanto que hasta empezó a hacer su cama.
—¡Kaaatsukiiiii! — Ya estaba el tonto del vecino molestando, como siempre —en realidad era su mejor amigo, pero no tenía ganas de soportarlo ni a él ni a nadie ese día—. ¿Es que no podía estar tranquilo sin oír esa voz tan chillona?
Se asomó por su ventana de mala gana, sabía que si no hacía acto de presencia el otro niño sería capaz de trepar hasta el alféizar e ingresar en su cuarto, ya lo hizo una vez. —¿Qué quieres ahora?
—¿Cómo que qué quiero? ¡Tienes que bajar ahora mismo! ¡Tu madre llamó a la mía y hoy pasarás el día con nosotros! –gritó el pelinegro.
Bakugo cerró sus ojos y contó hasta diez, conteniendo su molestia. Al fin y al cabo, nada tenía en contra de la familia Kirishima. —Ve a la puerta y te abro, que tengo que hacer la cama.
• • • • •
—Y, ¿a qué hora te has levantado? Tienes muchas líneas en la cara aún. — Le dijo Eijiro, seguramente refiriéndose a las marcas de las sábanas que habían en su rostro.
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Love ya, idiot | Kiribaku week 2020
Fanfic¡Siete one-shots que componen la semana que hace honor a mi querida pareja favorita!♡ 1 Día: Actor AU/Photographs/Movie/ Theatre 2 Día: Office AU/Boss x Assistant/Cooking 3 Día: Royalty AU/Tragic Love/Magic 4 Día: Dystopia AU/Demon x Angel/Team 5 D...