Te quiero a ti

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 - ¿Por qué tenemos que cambiar lugar?- cuestionó Levi mirando por la ventanilla del auto- Lo veo innecesario.

- Porque a la pista le están haciendo renovaciones, ya te había dicho- contestó Hanji, su entrenadora, cansada de escuchar los berrinches del pelinegro.

Llegaron al lugar, Hanji fue a registrar a Levi para que éste practicara. El pelinegro fue a ver que tan grande sería la pista de hielo, a lo lejos escuchó el roce de metal sobre el hielo. Alguien estaba patinando, a lo que él sabía el lugar lo reservarían solo para él, no compartiría la pista con nadie. Cuando vio de quién se trataba para hacerlo marchar quedó alumbrado al ver a un mocoso creando una hermosa ejecución que se acoplaba perfectamente a la música del lugar. Los ojos oscuros de Levi brillaron al ver tal cosa, se acercó a la cerca que rodeaba la pista para poder observar con detenimiento a aquel joven.

- Nada mal- menciono.

-¿Qué pasa?- preguntó Hanji llegando al lugar, luego vio al joven patinar- Wow, qué bien patina, ¿no te parece?

- ¿Cuándo patinaré?-cuestionó el pelinegro ignorando la pregunta.

- En unos minutos más, ya casi termina la reservación del chico,- miró a el reloj de su celular- faltan exactamente ocho minutos así que se paciente.

Levi deseo en ese momento que fuera más el tiempo para seguir observando aquella ejecución, tenía curiosidad por saber quién era el chico porque jamás lo había visto a alguien que lo asombrara. Vio a una joven acercarse a la cerca del otro lado de la pista.

- ¡Eren, ya es hora!- exclamó aquella.

En ese momento el castaño paró de patinar y fue hacia la salida, internamente Levi pedía que no lo hiciera y que continuara pero solo se quedó en silencio observando como se marchaba de la pista. De repente el chico volteó a ver al pelinegro con asombro, éste se percató de ello y un extraño sentimiento de nervios lo invadió.

Eren se acercó al hombre que lo observaba porque sabía quién era, él lo admiraba desde la primera vez que lo vio patinar.

- ¿Qué te sucede?- preguntó Levi cruzando los brazos.

- Señor Ackerman, ¿Qué hace usted aquí?- cuestionó entusiasmado el castaño intentando no caer por la emoción que tenía de ver a su ídolo.

 - Patinar ¿A qué otra cosa vendría, mocoso?

Eren no sabía que decir, la emoción lo dejó mudo. La joven apareció de repente a un lado del pelinegro, con una mochila en su hombro.

- Ya tenemos que irnos, Eren- dijo ella.

- Cierto.- volteó a ver a Levi- Fue un placer conocerlo, señor Ackerman-dijo sonriendo antes de irse.

Hanji soltó un risita.

- Tienes un admirador, ¿Qué te parece?- mencionó la entrenadora con una sonrisa pícara.

- Calláte, cuatro ojos.- dijo el pelinegro retirándose del lugar para irse a cambiar, había una clase de felicidad dentro de él al saber que aquel chico lo admiraba, eso le hizo sentir completo esos instantes pero sacudió la cabeza tratando de alejar esos pensamientos, no tenía tiempo para tratar con ellos, tenías cosas más importantes en que pensar y hacer.

Una vez en la pista intentó escuchar con presición la música y así comenzar a mover su cuerpo al ritmo de la música, la gente que entraba quedaba asombrada por lo magnífico que era el pelinegro sobre el hielo, Levi quería que ahí estuviera el castaño para observarlo, algo muy dentro de él deseaba que eso sucediera pero él era realista y sabía que Eren no estaba allí para verlo.

IRREGULARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora