Debo admitir que escribiendo esto no sé que le pasaba a mi cabecita perdonen sí hay cosas extrañas, es solo que quise experimentar con el analepsis y así. En este AU los padres de Eren mueren cuando Eren era más grande, soy rara.
La nieve es blanca, perdió el color rojo de aquella navidad. Caía en silencio, en tranquilidad rozaba la nieve, el frío se extendió en mi cuerpo en poco tiempo, podía sentir la homeostasis actuar apresuradamente en mi cara. Me di cuenta de que no quería estar solo, ya no podía pensar en vivir con aquella soledad que insistía en ser mi amiga, deseaba tenerlo a él a mi lado.
Estábamos a un día de navidad, una época donde los hipócritas intentan engañar con regalos para mostrar su ''aprecio'' a las personas cercanas, pocos son los que regalan con verdaderas intenciones de mantener una unión. Tenía que comprar algo para Eren, pero no sabía con exactitud que clase de regalo le agradaría al mocoso así que estuve recorriendo diferentes tiendas después del trabajo para ver las opciones que tenía.
- Aun no se sabe el paradero del homicida que asesinó a la familia del gobernador, las investigaciones se siguen realizando- la noticia llevaba una semana escuchándose constantemente en todos los medios posibles, a la gente poco le importaba aquel asesinato. Las multitudes solo se mortifica cuando un suceso puede afectar su zona de confort y solo muestran aunque sea mentira un momento de silencio teniendo en pensamiento por aquellos que sufren.- Se seguirá informando cuando se tenga más información.
Las paredes pintadas de rojo carmín, el cuerpo de aquel hombre en el suelo con perforaciones de bala y señales de tortura en sus extremidades. Mentiroso, eras solo un farsante. Hacia frío, veía la nieve caer desde la ventana, era roja como los muros. Cuide mis pies de no tocar aquella sangre sucia mientras me dirigía a la pared, no era una ilusión.
Llegué a casa, el olor a comida recién hecha perfumaba el lugar, su aroma era más notable a medida que me dirigía a la cocina para encontrarme con Eren, quién estaba tomando los platos de la alacena cuando se di cuenta de mi presencia pusó las vasijas en la mesa y me dio la bienvenida.
- ¿Cómo le ha ido, señor Levi?- cuestionó mientras ponía la comida sobre la mesilla.
- Te he dicho que dejes las formalidades, me haces sentir viejo- siempre le decía lo mismo pero aquel castaño siempre decía que era por respeto, yo no merezco ningún respeto aun cuando le haya salvado la vida.
- Lo siento, Levi. La comida esta lista, luego vengo- se fue del comedor para tomar un abrigo que se puso unos instantes después de tomarlo- Tengo que ir a la tienda.
- ¿Para qué?- cuestioné mientras me sentaba en una silla. No me miró a los ojos como acostumbrada a hacerlo cuando me respondé simplemente dijo ''Tengo cosas urgentes que comprar'' antes de marcharse.
La nieve que veía era roja, un rojo fascinante, había un cuerpo reposando en la banqueta con un pequeño charco de sangre alrededor suyo. No era de extrañar que gente en la época de navidad se suicidara, era un acto que buscaba atención. Los suicidas solo son actores que desean los ojos del público bien puestos en ellos antes y después de su última actuación. Salí de aquella habitación porque el olor a sangre comenzó a molestar mis fosas nasales. Mi madre ve vió con pavor cuando llegué a la casa ese día, era una mirada tan sincera que involuntariamente sonreí cuando la vi.
Las luces del pino arruinaba los colores gráciles del fuego de la chimenea con sus colores llamativos así que me dispuse a desconectar desde el enchufe y volver a relajarme frente al caliente fuego. Era una sensación embriagadora sentir el calor recorrer el cuerpo, me hacía saber que estaba vivo. Miré mis manos y recordé aquellas ganas de tomar el rostro de Eren con éstas y besarlo con tanta pasión, aquella ilusión impulsó un bombeo de sangre en varias partes de mi cuerpo.