Black Gold [Harry Potter]

His slave.

AU Tomarry. +18

Todos le decían lo maravillosamente talentoso que era, todo el día, a todas horas escuchaba elogios respecto a su talento mágico o su talento en general pero ninguna de esas personas era a quien quería oír después de todo ese chico que nunca le alagaba era su mejor amigo y la persona más importante en su vida, la única por la que se sacrificaría, su nombre era Harry Potter, el Gryffindor más Gryffindor de todos. En realidad, Harry era único en más que solamente ese aspecto, por ejemplo, le gustaba servir primero la leche y luego el cereal, abrazaba extraños porque le gustaban los abrazos, peleaba con las armaduras en los pasillos, se tomaba demasiado en serio las películas muggles acerca de gente blandiendo sus sables láser. En verdad, aquel chico era todo un caso de estudio, a pesar de ser un sangre pura actuaba como un verdadero demente aunque, tal vez era por eso mismo, su padre era un Black, todos saben que los Black están dementes.

—Harry, por favor no me hagas algo así, eres mi mejor amigo pero es imperdonable.

—Tomy, es un libro muggle, no una motosierra, nadie se ha muerto por leer algo para su mejor amigo, nada más tienes que abrirlo, deslizar tus ojos ¡créeme! Lo vas a amar, es el mejor libro jamás escrito. Si no te gusta, seré tu esclavo por una semana, si por alguna razón te gusta, serás el mio por un día, ¿trato?

—Trato, prepárate para ser esclavizado, Potter.

Dos semanas después cuando terminó el libro, maldijo en voz baja al ruso que lo había escrito porque sin dudas, estaba fascinado, era un libro sublime a pesar de ser un escrito muggle, aquel León Tolstói sabía escribir porque La Guerra y la Paz le había incluso arrancado una lágrima en cierto punto aunque jamás admitiría que eso había ocurrido, Harry le conocía con verlo podría saber que había resultado el vencedor de aquella apuesta ¿qué le haría ahora su amado amigo? Solamente podía rezar para que Merlín se apiadara de su trasero porque el orgulloso hijo de James Potter y Regulus Black no le dejaría ir sin penitencia, especialmente ahora que le había demostrado

—¿Qué harás conmigo, oh poderoso Harry Potter al que ose faltarle al respeto?—Gruñó Riddle mirando algo irritado a su hermoso amigo quien solamente reía con inocencia aterradora, maldita locura Black.

—Oh, bebé, vas a ayudarme a ordenar mi habitación, de la forma muggle y sin insultar a mis amigos, por ayudarme me refiero a que harás todo mientras yo juego ajedrez con Ron, cuando termines podremos hablar de tu siguiente tarea.—Declaró el chico alegre de la vida, en ese momento, Riddle supo que aquello había sido el peor error de su vida.

Veintitrés tareas extrañas después y mientras cenaban, Tom finalmente se relajó soltando un profundo suspiro con la esperanza de que Harry finalmente le mandaría a dormir o algo así ¿no? Por supuesto, cuando Harry se lo llevó aparte para hablar a solas con una pequeña sonrisa que insinuaba segundas intenciones, finalmente con la voz más dulce que le había escuchado nunca, hizo su solicitud.

—Acompáñame a la sala de menesteres, Tomy domy.—Exigió comenzando a andar sabiendo que su mejor amigo le seguiría más por orgullo que por otra cosa, los Slytherin eran adorablemente predecibles de tantas maneras, no podía evitar sentirse maravillado ante la forma en que aquellas "malvadas serpientes manipuladoras" podían ser controladas utilizando el honor, orgullo y desafío de una manera sencilla, Harry lo había aprendido mirando a su padre James actuar con Regulus, cualquiera creía que el hermoso Regulus Black tendría el control absoluto sobre su esposo, sin embargo, el dominante Gryffindor era quien llevaba la batuta de manera disimulada y, bueno, de manera no disimulada también, el manipular como forma de dominación no era lo único que aprendió de su padre, había muchas estrategias carnales para someter a una serpiente a tu voluntad.