Reboot (GaryCato)

Ilusion

Todo era confuso para el, memorias venían y venían mientras estaba recostado en su habitación, muchos recuerdos felices y alguno que otro que le parecía algo amargo.
La vez que Quiin lo rechazó por completo, según él la más dolorosa puesto que la morena le había dicho lo que pensaba directamente sin reservas y sin tocarse el corazón.
Pero la mayoría de memorias y momentos felices tenían que ver con Avocato, aquel ventrexiano vecino y mejor amigo de toda la vida que al parecer le hacía sentir cosas.

Cada vez que lo pensaba le parecía más difícil negarlo, puesto que todos los síntomas estaban ahí, todo ese asunto del amor. Podía entenderlo puesto que fue quien le ayudó en muchas ocasiones, cuando murió su pez o cuando lo consoló porque Quinn lo rechazó.
Pero quería confirmar esos sentimientos y no sabía como, le tenía miedo? Claro que no, era la persona que salvo al universo (y murió en el proceso), prácticamente no le temía a nada.

Miro su celular y una idea le vino a la mente, marcó el número de su amiga y espero a que contestara.

– Hola –La voz seria se escuchó del otro lado.

– Hey, ¿Que tal Quiin? –Le saludó lo más natural que pudo.

– Ve al grano Gary, yo si hago mis tareas –Apresuro.

– Oh vaya, que humor cielos –Por un momento se preguntó qué le pudo haber gustado de ella pero borro el pensamiento, concentrándose– Bueno, tenía una duda. ¿Comosabescuandotegustatumejoramigo?

La chica exasperada suspiro– Bien, ahora dilo en español –Dijo con paciencia.

– Creo que me gusta Avocato...

El silencio reino de ambos lados. Gary sabía que aunque Quiin no le pudiera ayudar con su "problema" tal vez le ayudaría a soltar aquel sentimiento que apenas se había dado cuenta hace dos semanas.

– ¿Y recién lo notaste...? –La burla en su voz era evidente.

– ...¿Si?

– Oh Gary, eres un tonto –Comenzó a carcajearse la otra.

– Oye, no es divertido, esto es serio. Solo no estoy muy seguro y la duda me esta matando! –Dijo exagerando el problema un poquito.

– ¿Tienes prisa por saberlo o que? –Calmo su risa, ya tomándoselo en serio– Cariño, no necesitas preocuparte por eso, si sientes algo el tiempo lo dirá. Yo digo que disfrutes los buenos momentos y me dejes hacer mi tarea.

Sin más que decirle colgó. Entonces Gary pensó que era un gran consejo, era verdad, la situación y el momento lo diría, por lo que no debía de preocuparse demasiado. Tal vez fue un poco cruel, pero el consejo fue bueno y le ayudó a apaciguar un poco sus ansias, por lo menos un par de días.

—•—•—•—•—•—•—•

Gary miraba a Avocato mientras este jugaba con pequeño Cato, su pequeño hermano de pelaje naranja. Le parecía entretenido verlos correr uno detrás del otro, a su lado estaba Quiin, que solo reía a carcajadas por qué el menor había tomado la manguera y el hermano mayor ya no se divertía como al principio.

– Oh no, corre señor bigotes! –Grito el rubio como espectador, hace rato que él ya se había cansado.

– Así que... –La morena le dio un codazo para llamar su atención, aunque demasiado fuerte para su agrado– ¿Que pasó con lo del otro día?