EHDMN - MarkJin

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Después del incidente con el novio de su hermana, el pelinegro se rehusó a verlo por la vergüenza que sentía al haberlo confundido con un ladrón. En su defensa... ¿A quien se le ocurría bajar por agua con las luces completamente apagadas como si estuviera haciendo algo que nadie debería saber?... pero todo eso tuvo su lado bueno, nadie le pregunto el porque de su hora de llegada.

Mark se había ido a vivir a su nuevo departamento y Jinyoung no podía estar mas que feliz, pero la alegria le duro poco por que a los días su madre le aviso que el rubio vendría de vista, no teniendo otra alternativa que verlo de nuevo Jinyoung se cambio la pijama que estaba puesto y llamo a su amigo Yugyeom en busca de algún consejo.

"Hazte al enfermo... Pon el mago de tu cepillo de dientes en lo mas profundo de tu lengua y voilá"

Como la vergüenza hace cosas impensables, Jinyoung se encontraba en el baño de su habitación aplicando lo que su amigo le había enseñado. En un par de segundos el pelinegro sintió esa sensación repugnante de que que todo su desayuno estaba subiendo por su garganta y solo por un momento se arrepintió de hacerlo, pero su arrepentimiento duro hasta que escucho el sonido de la puerta sonando.

Jinyoung llamo a los gritos a su madre y esta subió lo mas rápido que pudo ante los gritos de su hijo. Lia lo encontro aun con la cabeza cerca del inodoro y todo lo expulsado en la taza... su madre le proporciono algunos medicamentos y le dijo que tenia que descansar, que ya otro día podría ver a Mark. Jinyoung agradeció en lo mas profundo a su amigo por el excelente resultado de su idea. 

Quien no le creyó nada fue su hermana e hizo un gran problema solicitando la presencia de su hermano, ella no se convenció ni cuando vio a su hermano echado en la cama con la cara pálida, bajo a ver a sus padres y les exigió que trajeran a su hermano aunque sea arrastrándolo para que se disculpe con su novio. Los mayores no hicieron caso a los caprichos de su hija mayor y la dejaron seguir con sus gritos.

- ¡¡BIEN!!... ¡Si el no quier estar aquí... yo tampoco debería hacerlo! - grito y subió las escaleras para después encerrarse en su habitación sin importar lo que su novio pensara de ella.

Mark tuvo la difícil misión de ir por SooJin, después del berrinche de su novia, los padres de ella lo habían mandado a comprobar si todo estaba bien y el no pudo negarse, entonces ahí estaba tocando la puerta de su habitación.

- SooJin, ábreme la puerta... No ves que estás siendo infantil. - dijo el rubio resaltando un poco la última palabra.

- No quiero verte... Vete a tu departamento y luego hablamos - ¿Que le pasaba a su novia?... Mark jamás la había visto comportarse de esa manera, así que no sabía exactamente qué hacer para hacerle cambiar de opinión.

- No te dejare... por favor sal y hablemos - trató una vez más de persuadirla.

- ¡Te dije que te vayas! - el ruido de lo que parecía ser un jarrón o vaso de cristal siendo arrojado sobre la puerta se escucho dentro de la habitación, así que el rubio decidió hacer caso a su novia y retirarse de allí, tal vez había hecho algo mal... lo pensaría de camino a su casa.

- No lo haré.... - Intento por última vez.

-...

- Bien. Me iré... te llamaré más tarde - Mark se rindió pero aún así espero una respuesta por parte de su novia pero no sé oyó nada así que se decidió por marcharse del lugar.

Mark se disponía a ir a las escaleras que daban al piso principal para retirase a su casa tal como se lo había dicho su novia, en todo el tiempo que llevaba con SooJin, ellos nunca habían tenido este tipo de situación antes así que no sabía muy bien como actuar. Lo mejor sería dejarla sola un par de horas hasta que se calmara y después la llamaría. Si eso sonaba como un buen plan para el rubio.