Casey

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La vida de Casey estaba en constante equilibrio desde que su tío estaba en prisión y la bestia se había marchado. Las clases de arquitectura la ayudaban a despejar su mente y olvidar el pasado para poder tener un futuro.

La chica estaba en su habitación leyendo los enormes libros de Neufert que debía leer para sus clases a diario cuando sintió un extraño cosquilleo en su estomago cómo cuando sabes que algo va a pasar, se asomó a la ventana para ver si había algo extraño pero sólo era el cartero.

El chico tocó el timbre de la casa y en menos de 10 segundos Casey se encontraba frente a él esperando que le entregara su correspondencia.

—Amm ¿tú eres Casey Cooke no?

—¿Cómo lo sabes? —Casey habló asustada y se preparo para cerrar la puerta—

—Pues está tu nombre en las cartas junto con tu dirección

Se sintió una tonta, por supuesto que sabía por el correo ya debería dejar de estar alerta todo el tiempo, es cansador y queda como paranoica ante todos.

—Claro lo siento no he tenido buenos días —firmó la hoja que traía el chico para que éste pudiese entregarle sus cartas-—

Luego de una incómoda entrega, Casey empezó a revisar su correo y como siempre sólo eran deudas sin pagar y revistas a las que estaba inscrita pero habían 3 cartas nuevas que nunca habían llegado, estaban escritas a mano y provenían de Eastern State Penitentiary, la prisión en donde estaba su tío, con mucho miedo las abrió para ver su contenido pero al ver lo que contenían su corazón empezó a acelerarse y el miedo invadió su cuerpo.

"Hola mi amor.
Sabes que no puedes escapar de mi y como demostración de que me vengare por todas las horas que he estado en esta pocilga te envío un pequeño obsequio"

Las palabras de su tío fueron como un balde de agua fría, un escalofrío que hace mucho tiempo sentía recorrió gran parte de su cuerpo y el temor a abrir las otras dos cartas crecía con el paso de los segundos.

Al abrirlas notó que eran fotos, fotos de ella camino a su instituto, de su hogar, esperando el autobús y fotos de cuando se fueron a acampar ella, su tío y su padre.

No entendía como tenía fotos de ella haciendo su rutina diaria pero el miedo que sentía en esos momentos era enorme, estaba claro que alguien la vigilaba y que no estaba segura, se sintió desfallecer por un momento pero estando así de sola en su casa no podía perder la calma así que lo mejor que se le ocurrió fue seguir haciendo sus cosas con normalidad igual que todos los días pero sin perder de vista su alrededor y encontrar al espía que sacó esas fotos.

Claramente los días para Casey ya no eran los mismo, una vez mas volvió al miedo que la persiguió por tanto tiempo, salir de su casa significaba que alguien la seguía y sabia esconderse muy bien ya que por mas que ella intentara buscarlo con la mirada, jamas lo veía.

Luego de varias semanas, cuando Casey ya no sentía tanto miedo, decidió que seria buena idea ir por un café antes de legar al instituto, esto era algo muy extraordinario ya que desde que se entero que era vigilada no cambiaba su ruta ni por un segundo, el terror que sentía por ese espía era real e incluso mas grande que el terror que sintió alguna vez por Dennis.

Al salir de la cafetería, un hombre de chaqueta de cuero, cabello rubio y ojos increíblemente hermosos choco con Casey al estar pendiente de encender su cigarro. Cuando noto que había pasado a llevar a la chica apago el cigarro y se dirigió a ella para ayudarla

—En verdad lo siento fue mi error —el chico sacudió el abrigo de Casey y sonrió al ver el café intacto— gracias a Dios no bote tu café

Casey solo pudo sonreír ante el comentario, no era una chica que se enojara con facilidad pero si temió por un momento perder su café, miro al hombre y este le extendió su mano para presentarse a lo que la chica reacciono de la misma manera

—Bueno lo menos que puedo hacer es presentarme, soy Ryan McCarthy

—¿Como el ex senador de Estados Unidos?

—Si y me sorprende lo inteligente que eres —el chico sonrió ante el comentario de Casey— pero créeme que si el senador fuese mi pariente ya lo sabría

—Claro pues un gusto Ryan mi nombre es Casey Cooke y no sabes como te agradezco que no botaras mi café

Luego de un intercambio de risas por mas extraño que se viera estos chicos no querían dejar de hablar, la curiosidad de conocerse era mucha y ya que Casey iba retrasada a sus clases prefirió optar por su clase e irse pero sin antes anotar el nombre de la cafetería en caso de que quisiera ir por otro café y ver a Ryan una vez mas. Lamentablemente ya no llegaría a sus clases por la hora así que lo mejor que podía hacer era volver a su casa

Al otro lado del país, Kevin se preparaba para pasear a Max por el parque y ver si Angelina estaba por ahí para saludarla. Ya después de 30 minutos de caminata no pudo encontrar a Angelina pero Max si que se divirtió bastante y mientras descansaban los dos juntos en el parque mirando el cielo, automáticamente y sin quererlo empezó a pensar una vez mas en el daño que causo con sus actos,la forma en la que asesino a Claire y Marcia, a la doctora Fletcher pero por sobre todo siempre pensaba en Casey en como arruino su vida en un par de días ya que Casey lo vivió todo hasta el final, el secuestro, las muertes, el trastorno, la bestia, la violencia,las investigaciones ella tuvo que aguantar todo eso para poder tener una vez mas una vida y todo lo malo que le paso fue nada mas que por su culpa y tenia unas ganas inmensas de disculparse pero sabia que seria para peor o incluso podría llamar a la policía y avisar en donde se encontraba lo cual saldría mal en todos los aspecto.

Pero ya no era momento de pensar tantas cosas así que tomo su botella con agua, llamo a Max y se dirigieron nuevamente a casa, estaban por llegar cuando a lo lejos Kevin pudo ver una camioneta bastante grande y muy bonita color gris perlado justo afuera de su casa lo cual no lo hizo muy feliz ya que estaba estacionada justo en la entrada en la cual deja su auto. Por lo tanto Kevin apuro el paso y fue a revisar de quien se trataba y que hacian en su hogar, hasta llego a pensar que era Angelina con algún vehículo nuevo pero al bajarse del auto una chica de cabello largo y moreno noto que claramente esa chica no era Angelina.

La piel se le erizo de los nervios y su botella callo al suelo de golpe lo que hizo que se destruyera en mil pedazos ante los ojos del can y las dos personas que ya estaban frente a frente. Su pelo largo y bien cuidado se le veía increíble, su ropa suelta como siempre y su rostro reflejaba la seriedad que siempre la identifico, era ella, estaba en su hogar y ya no podía escapar de ella

—Casey... -dijo Kevin apenas audible-

—Hola Dennis...

StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora